Por Daniel Romero
La Posición de Macron sobre el envío de armas a Israel: Un Análisis Histórico y Político
En un contexto geopolítico cada vez más complejo, el presidente francés Emmanuel Macron ha solicitado que se detenga el envío de armas a Israel. Esta postura puede llevar a un debate considerable, tanto a nivel nacional como internacional, dado que no solicita terminar con la entrega de armamento a los agresores terroristas que asolan a Israel.
Para entender las razones detrás de esta posición, es útil examinar la historia de Francia en relación con el Medio Oriente y cómo las decisiones pasadas continúan influyendo en su política actual.
Francia da asilo al Ayatola Jomeini en 1979 creador de la Revolución islámica en Irán: Un Precedente Histórico
En 1979, Francia otorgó asilo político al clérigo Ruhollah Jomeini. Jomeini, quien se convirtió en líder de la Revolución Iraní, había sido exiliado y buscaba un lugar seguro desde el cual organizar su oposición al régimen del Shah de Irán. Francia se convirtió en su base de operaciones, lo que le permitió movilizar a sus seguidores y eventualmente regresar a Irán tras la caída del Shah.
La Revolución Iraní, termino sometiendo a la sociedad persa y creando un país exportador de terrorismo.
Esta decisión no fue casual; fue parte de una estrategia más amplia de Francia para posicionarse como un actor influyente en los acontecimientos en Irán. El asilo a Jomeini permitió a Francia evitar potenciales atentados o inestabilidad en su territorio, mientras se aseguraba una fuente de energía barata y un abastecimiento constante de petróleo, un recurso vital para su economía.
La decisión de acoger a Jomeini también refleja una política de apertura hacia los migrantes musulmanes, una práctica que ha tenido repercusiones significativas en la demografía y política interna de Francia y Europa en general. Hoy, esta apertura es un factor que contribuye a las tensiones y violencia actuales en la UE.
La cobarde política de Macron
En el presente, la historia parece repetirse. Macron ha adoptado una postura curios respecto a la venta de armas a Israel, en un intento de evitar represalias y mantener la estabilidad interna. Este enfoque puede interpretarse como una respuesta a las presiones internas y externas, especialmente considerando las protestas organizadas por comunidades musulmanas en Europa, que buscan influir en las políticas gubernamentales respecto al conflicto en el Medio Oriente. Macron decidió no enfrentar al terrorismo y busca pactar con el.
Sin embargo, la posición de Macron es “digna” de critica por su unilateralidad. Mientras pide el cese del envío de armas a Israel, no ha hecho peticiones similares respecto al suministro de armas de Irán a Hezbollah o Hamás. Pretende poner fin a la guerra desarmando al agredido pero no al agresor.
Esta asimetría en su política se puede ver como un intento de desarmar al país agredido, sin abordar las fuentes de armamento de los agresores.
La postura de Macron sobre el envío de armas a Israel está profundamente enraizada en una historia de decisiones estratégicas y políticas de Francia en el Medio Oriente. Aunque busca mantener la estabilidad interna y evitar represalias,(para eso esta la inteligencia y su sistema de seguridad nacional) su enfoque carece de equidad. En un mundo donde las alianzas y las rivalidades son cada vez más complejas, la política de Macron refleja los desafíos de navegar en un panorama internacional en constante cambio y con el miedo como rector de su política