Por Carlos Ruckauf
El ex vicepresidente y ex canciller de la Argentina explica cuales son los objetivos que se plantean Israel e Irán a un año del ataque terrorista en Gaza. Y qué pretende Estados Unidos.
En el tradicional rezo del viernes, el Ayatollah Ali Khamenei, líder Supremo de Iran ha lanzado un desafío peligroso.
Apoyó explícitamente el brutal ataque por parte de Hamas a civiles desarmados del 7 de octubre de 2023 y finalizó asegurando que a Israel” le queda poco tiempo”.
El ex vicepresidente y ex canciller de la Argentina explica cuales son los objetivos que se plantean Israel e Irán a un año del ataque terrorista en Gaza. Y qué pretende Estados Unidos.
En el tradicional rezo del viernes, el Ayatollah Ali Khamenei, líder Supremo de Iran ha lanzado un desafío peligroso.
Apoyó explícitamente el brutal ataque por parte de Hamas a civiles desarmados del 7 de octubre de 2023 y finalizó asegurando que a Israel” le queda poco tiempo”.
Esto de alabar la masacre de hace un año, con asesinatos, secuestros, matanza de niños y violaciones de mujeres, y proponer “sacar del mapa” a su ” vecino sionista” constituye un desafío mayor que los recientes 180 misiles que recientemente le tiró a Israel.
Porque Irán lo hace en el momento en que Benjamín Netanyahu esta decidiendo la magnitud de la respuesta de Israel y porque, como hace muchos meses aseguro el ruso Vladimir Putin, (un viejo amigo de la teocracia iraní) : “Un país con armas nucleares nunca pierde una guerra”.
Luego de un año de soportar que Hezbollah le tirara cohetes las FDI, con el inestimable nivel de espionaje del servicio secreto israelí del Mossad, destruyó el sistema de comunicaciones de su enemigo, descabezó su cúpula y sigue martillando sobre el Libano.
¿Es difícil de entender lo que busca Irán?
Todavía hay más de cien rehenes en manos de los terroristas de Hamás, no se sabe si vivos o no, y hubo 1.250 asesinados. El ataque del 7 de octubre inspiro a Irán con el objetivo de lanzar un nuevo capítulo del drama en Medio Oriente, y sabiendo que a Irán no le interesa para nada el pueblo palestino porque los palestinos son islámicos pero sunitas.
El Islam que siguen los ayatolás de Teherán es el chiíta, que es el mismo de Hezbollah: por eso se produce la reacción de Irán.
Cuando Israel se cansa de un año de bombardeos de Hezbollah en la frontera norte de su país, con más de 60.000 evacuados que hace meses que no pueden volver a sus hogares, ataca a Hezbollah, mata a su líder, Hassán Nasralá, y por eso llega el ataque de Irán a su territorio con más de 180 misiles balísticos.
Son misiles que tienen un alcance de 1200 kilómetros, y que valen una fortuna: alrededor de tres millones de dólares cada uno.
Este ataque obliga a Benjamin Netanyahu, el primer ministro israelí, a una respuesta que yo imagino va a ser en etapas, y que va a empezar muy pronto. Es que Estados Unidos pide que sea una respuesta limitada.
Lo que quiere EEUU es que esto no escalé más allá de donde esta.
Mientras que la respuesta de Israel sea contra la estructura militar iraní, fundamentalmente a las lanzaderas de sus misiles, es muy probable que tenga hasta algo de acompañamiento militar estadounidense.
Pero EEUU no quiere que Israel ataque la estructura petrolera de Irán, ni quiere que ataque la central nuclear de Natanz.
No quiero imaginar que hubiera pasado si estos misiles lanzados por Irán hubieran tenido cabezas nucleares.
Porque entonces no alcanza con voltearlos, porque cuando se derriba uno de estos misiles con la “Cúpula de Hierro” o la “Onda de David”, el resultado es la explosionarlos en el aire y si los misiles tienen cabezas nucleares la radioactividad se expande igual sobre el territorio atacado.
Nadie sabe exactamente cual puede ser la decisión de un régimen dictatorial como el iraní, pero lo que sabemos es que, en este aniversario de la tragedia del 7 de octubre, nos esperan días difíciles.
Fuente El Observador