Ramiro Castiñeira, consultor de Econométrica y miembro del equipo de asesores presidenciales del presidente Javier Milei, detalló en el programa “Si pasa, pasa” de Radio Rivadavia el estado actual del proceso para eliminar el cepo cambiario y estabilizar la economía. Según Castiñeira, el principal obstáculo para levantar el cepo es la liquidez excedente en la economía, producto de políticas fiscales expansivas y emisión monetaria sin respaldo.
Explicó que “el crédito al sector privado está cerrando la liquidez”, refiriéndose a la reducción de la cantidad de pesos circulantes que aún están encapsulados en los pasivos del Estado. Castiñeira aseguró que “una vez que esa liquidez excedente se vaya a cero”, el gobierno podrá abrir el mercado cambiario sin riesgos inflacionarios ni devaluatorios. Además, destacó que la liquidez que al inicio de la gestión de Milei equivalía a unos 60.000 millones de dólares, hoy ha caído a 25.000 millones, y sigue bajando.
En relación con el dólar, Castiñeira afirmó que la actual estabilidad del tipo de cambio continuará en tanto se mantenga el control de la inflación y la reducción de la liquidez. A medida que la inflación siga disminuyendo, el ritmo de devaluación del peso también lo hará. “Cuando estemos cerca de una inflación del 2%, el ritmo de devaluación bajará”, lo que permitirá seguir desacelerando tanto la inflación como la devaluación del peso, señaló.
Otro tema abordado fue el ajuste de tarifas de servicios públicos, como electricidad y gas, cuyos aumentos impactaron fuertemente a los usuarios. Castiñeira explicó que “el ajuste más fuerte ya se hizo”, multiplicando por diez las facturas promedio. Sin embargo, aclaró que las futuras actualizaciones serán mínimas y “no van a ser significativas” en términos macroeconómicos. Según él, estas actualizaciones son necesarias para que los argentinos vuelvan a pagar por los servicios sin subsidios, como lo hacían “antes de las políticas kirchneristas”.
En cuanto a los indicadores de pobreza, Castiñeira defendió la propuesta de difundir los datos cada tres meses, afirmando que “la información siempre es lo que permite tomar decisiones”. Opinó que la crisis de pobreza que vive el país, con un 50% de la población en situación de pobreza, es consecuencia directa del colapso del salario real, que llegó a estar en torno a los 300 dólares. Sin embargo, proyectó que, con la recuperación económica, los salarios en Argentina podrían alcanzar niveles comparables a los de otros países emergentes, como Brasil o México, llegando a los “1.000 o 1.200 dólares”, lo que permitiría una reducción significativa de la pobreza.
El asesor concluyó con que la salida del modelo económico empobrecedor de las últimas dos décadas, a favor de un sistema más capitalista, permitirá que Argentina recupere su capacidad de generar riqueza y elevar el salario promedio, impactando directamente en la disminución de la pobreza estructural.
Fuente El Cronista