La Inspección General de Justicia (IGJ) decidió ponerle un freno a las elecciones de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), donde Claudio “Chiqui” Tapia iba a ser reelegido como presidente. Todo esto gracias al reclamo de Talleres de Córdoba, liderado por Andrés Fassi, que no estaba para nada contento con cómo se estaban manejando las cosas.
La IGJ falló a favor de Talleres, suspendiendo la Asamblea General Ordinaria que se iba a realizar este jueves. Esto no solo dejó a Tapia sin chances de reelección inmediata, sino que también frenó la posibilidad de anular los descensos y volver a los 30 equipos en Primera División. ¡Lindo quilombo!
Pero la AFA no se quedó de brazos cruzados. Tienen previsto apelar el fallo, aunque los tiempos judiciales complican la realización de la Asamblea en la fecha prevista. Mientras tanto, se designarán veedores para controlar el proceso electoral y asegurarse de que Tapia no pueda ser reelegido, obligando a buscar otro candidato. La idea, estilo kirchnerista, de eternizarse en la AFA como Grondona, parece desmoronarse.
Además de la reelección de Tapia, en la Asamblea se iba a discutir la modificación del artículo 35 del estatuto de la AFA, que actualmente permite hasta cuatro mandatos consecutivos para los miembros del Comité Ejecutivo. La idea era extender este límite a cinco mandatos, pero ahora todo está en el aire.
En medio de todo este caos, el dirigente de la AFA, Pablo Toviggino, no se quedó callado. Usó la red social X para expresar su desacuerdo con el fallo de la IGJ y aseguró que la Asamblea se realizará tal como estaba prevista. Con un tono sarcástico, Toviggino escribió: “¡Segundos Afuera! ¡Box! ¡Señores y Señores comienza el segundo round! Nos vemos el jueves en la Asamblea”.
Para rematar, Toviggino compartió una foto de Tapia junto a Lionel Messi y Rodrigo De Paul, como si nada estuviera pasando. Esto coincide con lo que dijo el abogado Gregorio Dalbón, también letrado de Cristina Kirchner, afirmó que el fallo de la IGJ no era firme y que la Asamblea se llevaría a cabo de todos modos.
Así que, mientras el fútbol argentino sigue sumido en esta novela llena de giros inesperados, nos queda esperar y ver cómo se pone limite al feroz apetito de poder de Tapia.