Las especulaciones del Presidente de Hungría se basa en dichos de Trump respecto a que no apoyaría con mas armamento a Ucrania y que EEUU dejara de financiar a la OTAN.
Claramente si Kiev fuera derrotada, se acrecentaran las posibilidades de mas invasiones rusas a los países del Báltico, incluida Polonia, como así también podría avanzar al resto de UE. Esta situación sería un gran fracaso para EEUU y un gran golpe a la imagen del hoy Presidente electo, Donald Trump, quien últimamente asegura que logrará un cese el fuego y acuerdo de paz.
Los mandatarios europeos analizan las implicaciones de la victoria del republicano y el líder húngaro, también cercano a Putin, advirtió que los estadounidenses dejarán de apoyar a Kiev
Los líderes de la Unión Europea se han reunido este viernes en Budapest en una cumbre que se presenta como un punto crucial en el contexto internacional, marcado por la reciente reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Este acontecimiento ha generado dudas y preocupaciones sobre el futuro de las relaciones diplomáticas entre Europa y América del Norte, especialmente en un momento en que el continente enfrenta crecientes desafíos económicos y de seguridad.
Uno de los temas centrales de la cumbre es un informe económico elaborado por Mario Draghi, ex presidente del Banco Central Europeo. En su extenso documento de 400 páginas, Draghi advierte sobre la necesidad de implementar reformas radicales en la Unión Europea para evitar un estancamiento económico. Su análisis destaca la alarmante brecha que se está ampliando entre Europa y Estados Unidos en términos de producción, inversiones e innovación. Para contrarrestar esta tendencia, Draghi sugiere que Europa necesita una inversión adicional de hasta 800.000 millones de euros anuales (más de 850.000 millones de dólares) y cambios políticos drásticos, una propuesta que enfrenta resistencia en varios países del norte de Europa que abogan por un retorno a políticas de austeridad tras los planes de estímulo implementados durante la pandemia de coronavirus.
La cumbre se lleva a cabo en un contexto de creciente incertidumbre, ya que la reelección de Trump plantea interrogantes sobre las relaciones transatlánticas. Durante su campaña, Trump criticó a la Unión Europea, describiéndola como una “mini China” que abusa de sus socios en busca de superávit comercial. Esta postura ha encendido alarmas en el bloque europeo, que teme enfrentar dificultades comerciales y tensiones en materia de seguridad y defensa.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, conversó con el canciller alemán, Olaf Scholz, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, antes de la reunión del Consejo Europeo informal en la capital húngara. En este encuentro, los líderes europeos se esfuerzan por presentar una imagen unida ante los desafíos que representa la elección de Trump, especialmente en el ámbito comercial.
Un aspecto crucial de la agenda es la grave crisis política en Alemania, provocada por el colapso de la coalición de gobierno de Olaf Scholz. Este contexto político interno complica aún más la situación en Europa, que ya se enfrenta a la guerra en Ucrania. En la noche del jueves, durante una cena entre los mandatarios de la UE, Trump ocupó nuevamente el centro de atención, lo que refleja la preocupación generalizada sobre cómo su reelección podría influir en el apoyo estadounidense a Ucrania.
Viktor Orban, primer ministro de Hungría y aliado de Trump, ha manifestado su opinión de que Ucrania ya ha perdido la guerra contra Rusia, sugiriendo que la victoria de Trump podría significar el fin del apoyo estadounidense a Kiev. Esta afirmación ha generado inquietud entre otros líderes europeos, que consideran esencial continuar con el suministro de armas y asistencia financiera a Ucrania como parte de la seguridad del continente.
Zelensky, por su parte, ha rechazado las afirmaciones de Trump de que la guerra podría resolverse rápidamente, advirtiendo que tal resultado podría significar una paz desfavorable para Ucrania y la cesión de territorio. En este sentido, ha enfatizado que cualquier solución que se presente de manera precipitada podría ser perjudicial para su país.
A lo largo de la cumbre, se ha discutido la necesidad de una política comercial “pragmática” que esté alineada con el objetivo de aumentar el crecimiento y la productividad en Europa, en medio de crecientes tensiones comerciales no solo con Estados Unidos, sino también con China. Draghi ha insistido en que Europa debe actuar de manera unificada para enfrentar estos retos, a pesar de las diferencias internas y las resistencias en algunos países.
Los líderes europeos han dejado claro que, independientemente de quién ocupe la Casa Blanca, su compromiso de apoyar a Ucrania en su lucha contra la agresión rusa se mantiene firme. Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, ha subrayado la importancia de enviar un mensaje claro a Putin y a otros regímenes autoritarios en todo el mundo: el apoyo a Ucrania es crucial para la estabilidad y la seguridad de Europa.
En resumen, la cumbre de Budapest no solo aborda la reelección de Trump y sus implicaciones, sino que también se centra en la necesidad urgente de reformas económicas y políticas dentro de la Unión Europea, así como en el compromiso colectivo de apoyar a Ucrania en un momento de incertidumbre global. La situación en Ucrania, las relaciones transatlánticas y la cohesión interna del bloque europeo son temas que seguirán ocupando un lugar central en las discusiones de los líderes europeos en los próximos meses.