Por Claudio Zlotnik
Los economistas creen que —con el nuevo escenario regional— el ministro debería asegurar el ingreso de dólares. ¿Modificará el ritmo de crawling peg?
El economista Rodolfo Santángelo cree que el último deslizamiento del real en Brasil deja al actual tipo de cambio argentino “muy justito” en materia de competitividad. “Yo le diría al Gobierno que no se entusiasme. Que no reduzca el ‘crawling peg’ (devaluación mensual) al 1% mensual; más bien que lo deje acá”, sugiere el socio en la consultora MacroView en su diálogo con iProfesional.
El dólar en 6 reales en el cierre de la semana pudo marcar un hito para el modelo imaginado por el tándem Javier Milei-Luis Caputo.
“Hoy en día, Brasil y la Argentina van en camino contrario. Brasil devalúa y nosotros hacemos un peso cada vez más fuerte”, agrega el economista Pablo Goldin.
En este escenario, el deterioro del vínculo comercial parece innegable. Así lo reflejan los últimos datos del Banco Central: el tipo de cambio real bilateral con Brasil llegó al peor nivel de los últimos nueve años (justo antes del final del gobierno de Cristina Kirchner), cuando el retraso cambiario en la Argentina era innegable.
Devaluación del real: la apuesta de Javier Milei y Luis Caputo
Esta dinámica de dólar estable y brecha cada vez más reducida necesita imperiosamente del ingreso de dólares para sostenerse en el tiempo.
El exitoso blanqueo y la llegada de divisas a través de la emisión de Obligaciones Negociables fueron el puente perfecto a la estabilización que necesitaba el Gobierno para el impulso de la economía.
También fue clave para la recuperación de la imagen de Milei en la sociedad. Se sabe, el dólar quieto en la Argentina es un verdadero revulsivo. Un generador de expectativa positiva y confianza.
Sin embargo, el proceso se ve amenazado bajo una devaluación en Brasil. Desde que empezó este año, el dólar en el país vecino subió 22,4%, con una inflación acumulada hasta ahora del 3,9%.
En Argentina, el movimiento fue exactamente al revés: el dólar avanzó 24%, pero la inflación acumulada hasta ahora alcanzó al 110%.
El superpeso argentino versus el “realito” de Brasil
¿Está en condiciones Argentina de “bancar” esta dinámica? “La condición es que sigan entrando capitales”, responde Goldín.
El economista traza un paralelo entre esta situación de peso fortalecido con otros momentos de la historia argentina: recuerda que tanto durante la tablita de Martínez de Hoz como en la convertibilidad, tanto Chile como Brasil acompañaron aquellos procesos, algo que ayudó a estirar los tiempos.
Ahora, dice, “el contexto es radicalmente diferente. Brasil y Chile tienen a sus monedas más debilitadas, y eso también es relevante. Habrá que prestarle mucha atención a esa evolución”.
Hacia adelante, los analistas esperan un proceso más complicado en el socio del Mercosur. Miguel Kiguel escribió en su último informe a clientes que “El problema (en Brasil) es el desanclaje de las expectativas: la inflación esperada para 2025 subió de 4 a 4.3% en noviembre y la de 2026 pasó de 3.6 a 3.8%”.
La consultora de Kiguel (EconViews) sostuvo en ese reporte que “el mercado espera que la tasa Selic suba 50 bps a 11.75% en diciembre y llegue a 13% en el primer semestre de 2025, cuando hace unas semanas veía el techo en 12%. Sin embargo, no ajustó a la baja el pronóstico de crecimiento para el año que viene, que sigue en 2%.
¿Se viene un verano caliente?
Las próximas semanas serán claves en la relación con el vecino. Miles de argentinos saldrán de vacaciones rumbo a las playas cariocas y a los principales centros turísticos brasileños, atraídos por el dólar barato y la devaluación en Brasil.
Este escenario fue tema en todas las consultoras económicas. El último reporte de PPI (Portfolio Personal Inversiones) también planteó la cuestión:
“La apreciación del peso podría agravar nuestro déficit de cuenta corriente, al abaratarse relativamente los bienes transables y servicios del país vecino en relación con los propios. Un mayor déficit de cuenta corriente incrementa el superávit de cuenta financiera requerido dado el esquema cambiario planteado por el Gobierno. Todavía es temprano para dar sentencias sobre el impacto de estos movimientos sobre el sector externo, pero sí debe ser un elemento relevante para ir monitoreando a la hora de pensar en la sostenibilidad del esquema cambiario”, escribieron los analistas de PPI.
Nadie espera que el esquema cambiario sufra un revés en el corto plazo, pero —sin dudas— habrá estrés y cuestionamientos sobre los próximos capítulos del proceso.
Conocedor como pocos de los movimientos en los mercados, ¿Se adelantará Caputo a cualquier tensión en los mercados? ¿Cerrará acuerdos (con el FMI o con bancos internacionales) para conseguir dólares que aseguren la tranquilidad rumbo a las elecciones de medio término?
Fuente Iprofesional