Total News Agency-TNA-La guerra civil en Siria ha tomado un rumbo decisivo tras la rápida ofensiva de los rebeldes, liderados por Hayat Tahrir al-Sham (HTS), que ha logrado capturar varias ciudades clave, poniendo en jaque al régimen de Bashar al-Assad. Con Hama y Aleppo ya bajo control rebelde, la atención se centra en la batalla por Homs, la última gran ciudad bajo control gubernamental en la ruta que conecta las áreas leales al régimen con la capital, Damasco.
La ofensiva ha evidenciado las crecientes debilidades del régimen alauita. Expertos como Jerome Drevon, del International Crisis Group, advierten que la caída de Homs podría significar el colapso total del régimen. “Si Homs cae, no veo cómo el régimen puede sobrevivir”, afirmó Drevon en una reciente entrevista con The Wall Street Journal.
Mientras las fuerzas gubernamentales intentan reagruparse y bombardean las áreas al norte de Homs para frenar el avance rebelde, Assad permanece en Siria, aunque con señales de debilitamiento. Fuentes de seguridad indican que su esposa e hijos han viajado a Rusia, mientras que sus cuñados se han trasladado a los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Líderes árabes, incluidos funcionarios de Egipto y Jordania, han instado a Assad a abandonar el país y formar un gobierno en el exilio, buscando evitar una mayor desestabilización en la región.
La Batalla por Homs: Un Nodo Estratégico
Homs representa un punto estratégico crucial tanto para el régimen como para sus aliados internacionales, Rusia e Irán, quienes han sido fundamentales para mantener a Assad en el poder desde 2015. La pérdida de esta ciudad no solo cortaría la vía terrestre hacia Líbano, vital para las fuerzas iraníes y Hezbollah, sino que también podría aislar al régimen de sus bases militares en la costa mediterránea.
Las presiones internacionales sobre la permanencia de Assad en el poder están en aumento. Países como los EAU y Qatar han expresado su preocupación por el inminente colapso del régimen, mostrando apoyo a un cambio de gobierno en Siria.
Deserciones y la Influencia de las Fuerzas Democráticas Sirias
A pesar de los intentos del régimen por movilizar refuerzos, el número de desertores dentro del ejército ha aumentado, desmoralizando aún más a las fuerzas leales. La influencia de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), respaldadas por Estados Unidos, también ha crecido, ocupando ciudades clave como Deir Ezzour y otras áreas desocupadas por el gobierno.
La Respuesta de Rusia e Irán
Rusia e Irán, pilares del régimen, enfrentan un dilema complicado. Ambos países se han visto arrastrados a otros conflictos regionales, limitando su capacidad de intervención. Rim Turkmani, directora del Syria Conflict Research Program en la London School of Economics, señala que existen grandes interrogantes sobre el apoyo externo al régimen.
En respuesta a la creciente presión, Assad ha solicitado ayuda militar a Turquía y ha buscado apoyo en términos de armas y servicios de inteligencia de países como Egipto, Jordania, Irak y los EAU, aunque hasta ahora ha sido rechazado.
Impacto en la Población Civil
El avance rebelde ha tenido un efecto devastador en la población civil. Miles de civiles han huido de Homs por temor a represalias, y el ejército sirio muestra signos de desmoralización con cientos de soldados desertando o uniéndose a los rebeldes. El liderazgo de Hayat Tahrir al-Sham no oculta sus ambiciones de derrocar al régimen, con su líder, Abu Mohammed al-Jawlani, afirmando que su objetivo es “acabar con el régimen”.
Las autoridades del régimen intentan proyectar resistencia, asegurando que han reforzado sus posiciones en Homs, a pesar de la presión creciente. La intervención de actores internacionales, como Israel, que ha atacado cruces fronterizos entre Líbano y Siria, subraya la complejidad del conflicto y las tensiones regionales que continúan influyendo en el futuro de Siria.
El futuro del régimen de Bashar al-Assad se presenta incierto mientras los rebeldes avanzan y la comunidad internacional evalúa su respuesta ante la amenaza de un colapso inminente.