Por Gustavo Ybarra
El oficialismo y bloques dialoguistas impulsan la suspensión del entrerriano hasta el 1 de marzo a la espera de que se esclarezca su situación procesal; el kirchnerismo insiste con la exclusión
En acuerdo con la Casa Rosada y la vicepresidenta Victoria Villarruel, el oficialismo y los bloques dialoguistas decidieron aceptar el desafío del kirchnerismo y se sumarán este jueves a una sesión especial en el Senado para votar la suspensión hasta el 1 de marzo de Edgardo Kueider (Entre Ríos) como senador, para tener tener un panorama más claro de la situación judicial del legislador antes de definir si lo expulsan de la Cámara alta, tal como reclama el kirchnerismo.
La decisión se adoptó esta tarde y en la sesión se enfrentarán dos posturas. El kirchnerismo, por un lado, insistirá con su pedido de excluir del Senado a Kueider por la inhabilidad moral sobreviviniente en la que incurrió al ser detenido por intentar pasar U$S 200.000 en efectivo, sin declarar, ante la aduana paraguaya. El resto de los bloques, apoyaría la decisión de suspender al legislador, postura que quedará plasmada en un proyecto que firmarán senadores del oficialismo, el Pro, la UCR y Las Provincias Unidas, interbloque al que pertenece el entrerriano.
Cómo terminará saldándose la disputa es, todavía, un albur. Si ninguno de los dos bandos cede en su postura, nadie tendría garantizado el voto de los dos tercios de los presentes que exige el artículo 66 de la Constitución nacional para decidir la exclusión o la suspensión de un legislador. La licencia, por su parte, requiere la mitad más uno de los presentes, aunque es la opción que menos agrada a la mayoría de los senadores.
Hasta el momento, Villarruel no firmó todavía el decreto convocando a sesión. Esperará la presentación del proyecto que propone la suspensión y otro pedido de sesión especial para poder incluir el expediente en la citación.
La balanza a favor de que la situación de Kueider tenga una resolución esta misma semana en el recinto de la Cámara alta terminó de inclinarse luego de que la mayoría del bloque Pro decidiera bajar al recinto. Fue en una votación dividida.
La definición final de la suerte que le espera al senador entrerriano surgirá de las frenéticas conversaciones que desde hace 48 horas Villarruel y sus colaboradores del área parlamentaria mantienen con los bloques dialoguistas para tratar de fijar una posición común y que continuarán hasta minutos antes de que arranque laa sesión.
Para complicar aún más el panorama, la principal bancada opositora, que preside José Mayans (Formosa), no tendría a su tropa completa, ya que solo estarían presentes 30 de sus 33 senadores, lo que complica las chances de que la expulsión alcance los dos tercios de los presentes. Además, no todos en el bloque kirchnerista están de acuerdo con expulsar a Kueider sin darle, al menos, el derecho de defensa ante la Comisión de Asuntos Constitucionales.
Hasta el momento, el radicalismo no ha fijado una posición. El bloque que conduce Eduardo Vischi (Corrientes) recién se reuniría este miércoles, aunque en sus filas hay varios legisladores que pretenden darle a Kueider su derecho a la defensa antes de tomar una determinación drástica, como la expulsión. La idea de esos senadores es que la Cámara alta le pida a la justicia paraguaya información sobre el estatus judicial del entrerriano y, mientras tanto, aceptarle el pedido de licencia que presentó este lunes. La suspénsión hasta el 1 de marzo a la espera de que se aclare la situación procesal del legislador permitiría saldar esa discusión.
A favor de la suspensión también sumó su opinión la provincial Mónica Silva (Río Negro), quien pidió “desplazar” a Kueider hasta que la Justicia determine sus responsabilidades. “Creo que el Senado se tiene que reunir para tratar esta situación”, afirmó la legisladora.
En el oficialismo, el tema también divide opiniones. La vicepresidenta esperó señales de la Casa Rosada, aunque tiene una dura opinión sobre el hecho que derivó en la detención del senador. La postura que se impuso, con la venia del Gobierno, fue la de votar la suspensión del senador para no entregarle, con la expulsión del cuerpo, una banca al kirchnerismo. En caso de ser desplazado de la Cámara alta, el lugar de Kueider debería ser ocupado por Estefanía Cora, diputada provincial en Entre Ríos y militante de La Cámpora.
Debate interno
La resolución del caso Kueider fue motivo de un fuerte debate interno en el Pro, que desnudó la división al interior que existe en la bancada de Pro. Así, de los siete senadores que integran el bloque, al menos dos rechazaron de plano sumarse a la movida kirchnerista.
Fueron la cordobesa Carmen Álvarez Rivero, quien responde a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y la tucumana Beatriz Ávila, también alineada por alianzas políticas en su provincia con la Casa Rosada. Ambas sostuvieron la tesis de que dar quórum a la sesión sería hacerle el juego al kirchnerismo para sumar una banca que lo dejaría más cerca del quórum propio. El bloque de Unión por la Patria tiene 33 senadores y si suma a Cora quedaría a tan solo tres legisladores de los 37 que se necesitan sentados en sus bancas para iniciar una sesión y ganar cualquier votación.
La postura de bajar al recinto fue defendida por Juez, quien ya había adelantado su postura a favor de expulsar a Kueider del Senado para “no regalarle la bandera de la lucha contra la corrupción al kirchnerismo”, y la porteña Guadalupe Tagliaferri, quien planteó la necesidad de tratar el tema, sin tomar en cuenta quién había pedido la sesión. “Hace dos semanas que venimos peleando por ficha limpia. ¿Cómo no voy a sentarme a discutir esto?”, sostuvo la legisladora. También apoyaron esta posición el entrerriano Alfredo De Angeli y la pampeana María Victoria Huala.
Hasta el momento, Villarruel no ha tomado una decisión sobre el pedido de sesión especial. Tampoco está definida la suerte de Kueider, ya que la dicotomía entre expulsarlo, suspenderlo o aceptarle la licencia divide aguas al interior de las bancadas.
Fuente La Nación