BsAs-13 de diciembre de 2024-Total News Agency-TNA- En un clima de creciente tensión, la Casa Rosada ha intensificado su confrontación con la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien sostiene que no estaba informada sobre el viaje del presidente Javier Milei a Italia, programado para el mediodía del jueves. La controversia se desató tras la votación que resultó en la expulsión del senador Edgardo Kueider, quien se encuentra bajo prisión domiciliaria en Paraguay.
Desde el entorno del presidente, se filtró un chat donde se informa a Guadalupe Jones, secretaria privada de Villarruel, sobre el viaje de Milei. El documento oficial fue registrado en el Sistema de Gestión Documental Electrónica (GDE) y detalla que el presidente partiría el 12 de diciembre y regresaría el 15 de diciembre. Este hecho ha llevado a algunos miembros del oficialismo a cuestionar la validez de la sesión que expulsó a Kueider, quien había sido clave en la aprobación de iniciativas libertarias.
Durante la sesión, el oficialismo respaldó la expulsión de Kueider, a pesar de haber considerado inicialmente su suspensión. La bancada kirchnerista insinuó que los fondos no declarados que llevaba el senador provenían de un posible soborno, aunque esta acusación no figura en la causa judicial.
Villarruel, por su parte, minimizó la relevancia del chat y argumentó que el traspaso de poder debe realizarse a través de un escribano, lo cual, según ella, no ocurrió hasta el jueves a las 19 horas, “Trabajo muy intensamente y muchas horas diarias para que a Milei le vaya bien”. “Si el Estado depende de un chat, estamos teniendo un escribano al que le pagamos un sueldo sin sentido”, afirmó un miembro del entorno de la vicepresidenta.
El conflicto se intensificó cuando el portavoz de la Casa Rosada, Manuel Adorni, afirmó que “en este gobierno no se miente”, mientras que el presidente Milei compartió un mensaje en redes sociales que enfatizaba la importancia de la verdad sobre la mentira.
Villarruel ha respondido a las críticas a través de su cuenta de Instagram, reafirmando su posición como vicepresidenta hasta que se formalice el traspaso de poder. Además, expresó su desacuerdo con la decisión de expulsar a Kueider, sugiriendo que la suspensión sería más adecuada.
El desenlace de esta disputa podría tener implicaciones significativas para la fortaleza del gobierno y las politicas de Milei, especialmente ante la posibilidad de que Kueider intente judicializar la sesión que resultó en su expulsión.