Buenos Aires-23 de diciembre de 2024-Total News Agency-TNA- En un contexto de creciente incertidumbre, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, lanzó una advertencia poco alentadora: “Sin Estado no hay temporada de verano”. Estas palabras, pronunciadas en el balneario de Miramar, reflejan la precariedad de su situación política. Con el inicio del verano, su gobierno se enfrenta a la inminente necesidad de aprobar un presupuesto multimillonario y una ley fiscal impositiva, además de buscar autorización para una deuda de aproximadamente 1.100 millones de dólares, más 250 millones en letras, para evitar un default que podría ser devastador.
Estrategias Fallidas y Debilidad Política
Kicillof ha optado por presentar su proyecto en la Cámara de Diputados, donde Unión por la Patria tiene una leve ventaja. Sin embargo, su incapacidad para consolidar apoyos sólidos se hace evidente. La Cámpora, liderada por Máximo Kirchner, ha mostrado una actitud ambigua, coqueteando con la oposición para hacerle la vida más difícil al gobernador. Este juego político no solo revela la fragilidad de Kicillof, sino también su creciente aislamiento dentro de su propio espacio.
La Amenaza Interna: La Cámpora
La tensión entre Kicillof y La Cámpora es palpable. Mientras Kicillof intenta maniobrar en un entorno hostil, su propio partido parece ser una de sus mayores amenazas. La posibilidad de que la Cámpora colabore con la oposición para aprobar una ley que limita el aumento de impuestos a un 28% —muy por debajo del 156% solicitado por el gobernador— muestra una falta de confianza en su liderazgo.
El Papel Controversial de Massa y Lousteau
No se puede pasar por alto la figura de Sergio Massa, quien ha sido un perverso maestro en el arte de la supervivencia política, pero cuya lealtad es mas que cuestionable. Su habilidad para navegar crisis podría terminar por socavar aún más la posición de Kicillof. Además, la intervención de Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti en la UCR plantea serias dudas sobre la integridad del bloque radical. La ruptura de la unidad por parte de Domenichini, quien votó a favor del kirchnerismo, sugiere una falta de dirección y cohesión en la UCR, lo que podría ser un arma de doble filo para Kicillof.
Presupuesto en la Cuerda Floja
El presupuesto propuesto por Kicillof, que asciende a 34,3 billones de pesos, enfrenta un camino lleno de obstáculos. Para su aprobación, necesita una simple mayoría en Diputados, pero la situación es crítica. Si no logra los votos necesarios, la incertidumbre se extenderá hasta febrero, lo que podría dejar a su administración en una posición aún más vulnerable.
La Inestabilidad de la Alianza
Los intendentes de diversas fuerzas políticas están presionando por recursos significativos, pero Kicillof solo ha ofrecido 170.000 millones de pesos frente a una demanda de 400.000 millones. Esta discrepancia no solo refleja la ineficacia del gobernador para manejar las expectativas, sino que también podría ser un detonante para una crisis mayor dentro de su administración.
La situación política en Buenos Aires es insostenible para Kicillof. La falta de apoyo interno, la ambigüedad de sus aliados y la presión de la oposición lo han dejado en una posición precaria. A medida que se acercan las decisiones críticas sobre el presupuesto y la deuda, el futuro de su gobierno se encuentra en la cuerda floja, con cada movimiento que podría llevarlo más cerca de la caída.