El exministro de Economía Domingo Cavallo analizó la actualidad económico-financiera del país frente al inicio del 2025 y lanzó una advertencia al presidente Javier Milei. Habló de la “apreciación exagerada” del peso frente al dólar y anticipó posibles escenarios.
Además, comparó varias situaciones con el período de convertibilidad de la década del ’90, cuando fue ministro de Carlos Menem, considerando también la devaluación del real brasileño. “Es muy ilustrativo”, remarcó.
Qué dijo Cavallo sobre la apreciación del peso
En un artículo publicado en su blog personal que tituló “Desinflación vs competitividad: las dos caras del peso apreciado”, Cavallo analizó la situación de la moneda argentina y cómo varió su apreciación en los últimos meses.
Según describió, la acelerada baja de la inflación, “en un contexto de fuertes restricciones para el movimiento de capitales”, llevó a una apreciación real del peso que crea preocupación a “productores agropecuarios, exportadores en general, e industriales y prestadores de servicios que compiten con importaciones”.
En esa línea, fue contundente. “Cómo revertir estos efectos colaterales del proceso de estabilización es el gran desafío económico para el año 2025”, sostuvo.
El exministro citó lo ocurrido durante la presidencia de Mauricio Macri entre 2016 y 2017, cuando Federico Sturzenegger, en su momento al frente del Banco Central (BCRA); implementaba un plan de estabilización basado en el control monetario.
“El tipo de cambio bajó hasta casi 0,70. Este proceso de apreciación del peso se revirtió violentamente a partir de mayo de 2018 cuando se interrumpió el ingreso de capitales que había provocado aquella fuerte apreciación.”, remarcó.
“No es prudente inferir de esta simple comparación retrospectiva que el 0,89 actual indica una apreciación exagerada del peso, pero tampoco habilita a sostener que el tipo de cambio real está en equilibrio”, aclaró Cavallo.
Análisis y comparación con la Convertibilidad
Por eso, el economista consideró que es necesario ir más atrás en la historia económica del país para establecer posibles panoramas. “Javier Milei ha mencionado en una de sus conferencias que es incorrecto razonar sobre el tipo cambio real en base a comparaciones posteriores a 2002 y que se debe incluir en el análisis el período de la convertibilidad. Tiene razón”, expresó.
Además, aseguró que el ejemplo de ese período es “muy ilustrativo” para comprender los movimientos del valor del dólar y la apreciación del peso. “El tipo de cambio real comenzó en 1300 a principios de 1991, descendió a alrededor de 960 en 1993, se mantuvo en ese nivel hasta 1999 y tuvo una caída adicional a partir de 1999 para terminar en alrededor de 700 al final del período de la convertibilidad”, detalló.
“Es muy interesante advertir que la apreciación real del período 1999-2001 tuvo que ver con la devaluación del real brasileño de febrero de 1999 y la extraordinaria fortaleza del dólar del período 1999-2001”, agregó, trazando un paralelismo con la actualidad.
“Apreciación exagerada del peso”: qué puede ocurrir
Al finalizar el análisis, Cavallo concluyó que existe una “apreciación real exagerada del peso, que puede estimarse en alrededor del 20%”.
Esta sería parecida a la que existió en “los tres años finales de la convertibilidad”, insistió. En ese sentido, remarcó que eso “llevó a una deflación muy costosa porque transformó a la recesión que se había iniciado a fines de 1998 en una verdadera depresión económica”.
Esto “comenzó a erosionar el crédito internacional del país y a alentar la salida de capitales”, advirtió.
Los efectos de la apreciación exagerada del peso, según Cavallo
Ante una situación así, el exministro de Economía aseguró que las consecuencias “son fáciles de predecir”.
Según consideró: “Aumentarán las importaciones no solo de insumos y bienes de capital, sino también de muchos bienes finales que sacarán de competencia a la producción nacional que no logre aumentos rápidos de productividad”; se desalentaría la producción de bienes exportables; y llevaría al “deterioro de la cuenta corriente de la balanza de pagos, que hará más difícil la adquisición por parte del Tesoro de los dólares para pagar intereses”.
Fuente El Cronista