Por Danny Citrinowicz
A. De manera predecible y nada sorprendente, incluso después del ataque de la Fuerza Aérea israelí, los hutíes no han cesado de disparar contra Israel. Los hutíes han seguido lanzando misiles y vehículos aéreos no tripulados [drones] hacia el territorio israelí, y han prometido persistir hasta que Israel ponga fin a su campaña contra Hamás en Gaza.
B. A pesar de la frustrante (aunque esperada) realidad de las últimas semanas, parece que se han producido algunos cambios en la campaña contra los hutíes, en particular por parte de la coalición liderada por Estados Unidos. La frecuencia de las operaciones contra los hutíes ha aumentado significativamente y ha habido intentos de atacar fábricas de armas y sitios de comando subterráneos utilizando diversos medios para perturbar las capacidades operativas de la organización.
C. En el contexto israelí, también ha habido un cambio profundo en la frecuencia de los ataques (los intervalos entre ataques han disminuido drásticamente), pero los objetivos parecen permanecer inalterados: varios objetivos de infraestructura (especialmente centrales eléctricas), incluso en la capital, Saná, durante la manifestación masiva semanal por Gaza, enviando un mensaje tanto al régimen como a la población.
D. El resultado final es “complejo”. ¿Obligarán estos ataques a los hutíes a dejar de disparar por completo contra Israel y el estrecho de Bab al Mandeb? Es muy poco probable. Sin embargo, esta actividad, especialmente por parte de la coalición, parece complicar las capacidades de los hutíes, en particular en el lanzamiento de misiles hacia Israel (aunque esta capacidad todavía existe en principio).
E. Como hemos escrito, es esencial mantener el ritmo de los ataques y mejorar su calidad, especialmente en lo que respecta a la producción y las capacidades de lanzamiento, así como en afectar significativamente a los altos dirigentes hutíes. Con la entrada del presidente Trump, es crucial garantizar que el Comando Central de EE. UU. [CENTCOM] continúe (e incluso intensifique) el ritmo de los ataques, en particular su calidad. Naturalmente, la inteligencia de alta calidad es clave para lograr estos objetivos.
F. La campaña contra los hutíes no terminará pronto (suponiendo que la campaña en Gaza continúe), pero los ataques continuos y de alta calidad conducirán a dificultades cada vez mayores para la organización terrorista a la hora de lanzar ataques contra Israel.
G. En cualquier caso, se requiere una solución integrada a largo plazo, que incluya una campaña terrestre de los actores en la parte sur del país, con el apoyo de los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, para poner fin al régimen hutí en Yemen. Esto dista mucho de ser fácil, pero tolerar a una organización terrorista que efectivamente “estrangula” una importante ruta de transporte marítimo es insostenible a largo plazo, ya que cualquier concesión que se le haga solo reforzará su determinación de extorsionar a la comunidad internacional y a los estados regionales.
Esto aún no ha terminado.Se trata deotro día importante en la campaña contra los hutíes, pero el camino por delante sigue siendo largo.
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies-Aurora