Por Enrique Guillermo Avogadro
“No hay espejo que mejor refleje la imagen de un hombre que sus palabras”.
Juan Luis Vives
El mundo comenzó a girar a la derecha antes pero, desde el arrollador triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, navega en un mar desconocido y lleno de incógnitas que comenzarán a despejarse el lunes, cuando ocupe el Salón Oval por segunda vez. Es cierto que, con los nombramientos realizados hasta ahora, ha dado algunas señales fuertes acerca de cómo piensa ejercer el poder, pero aún resta saber cómo piensa ejecutar las políticas anunciadas.
Eso llena de inquietud a la Comunidad Europea y la OTAN que, con cierta razón, se preguntan si seguirá sosteniendo la defensa de occidente en la guerra de Ucrania o si, por el contrario, tratará de llegar a un rápido acuerdo con Vladimir Putin que implique la consolidación de la ocupación rusa del territorio conquistado. Y la misma intranquilidad sacude a las fuerzas islámicas que desalojaron del poder a Bashar al Assad en Siria, a la democracia de Taiwan frente a las permanentes provocaciones de Beijing y, sobre todo, a Irán y sus proxys (Hamás y Hezbollah) por la fuerte predilección de Trump por Benjamin Netanyahu. Es más, también se mantienen ansiosos Canadá, a quien ha propuesto integrarse como nuevo Estado, Panamá, de quien pretende recuperar la soberanía sobre su canal, y Groenlandia, que quizás intente comprar a Dinamarca. Y China, cuya economía parece haber dejado atrás las épocas de explosivo crecimiento, deberá enfrentar una feroz guerra comercial en la cual las principales armas serán los aranceles de importación de sus productos a los EEUU, principal comprador de los mismos.
En América Latina, México será el gran perjudicado por las políticas inmigratorias y arancelarias anunciadas, y hasta los gobiernos de Chile, Colombia y Brasil deberían preocuparse pues al fracaso económico le han sumado, los dos últimos, la tolerancia hacia el despótico régimen que encabeza, en teoría, Nicolás Maduro. Éste, por su parte, ignora si Trump mantendrá la autorización a Chevron para producir petróleo en Venezuela, en realidad la única fuente de ingresos del empobrecido país. Si bien Joe Biden acaba de excluir, inexplicablemente, a Cuba de la lista de países exportadores del terrorismo, seguramente Miguel Díaz-Canel debe estar preguntándose si su sucesor será tan benigno como para aliviar la situación terminal que presenta la economía de la isla.
El régimen asesino de Venezuela entregó el control de la seguridad y la represión al castrismo cubano y se sienta sobre sus bayonetas para impedir cualquier rebelión civil. Y debemos descartar una típica revolución, toda vez que las fuerzas armadas han sido cooptadas por el Gobierno dando participación a sus cúpulas en los negocios más espúreos, como el tráfico de drogas y de personas, el contrabando de oro y alimentos, etc.. Tampoco me parece viable una intervención militar extranjera, aunque fuera bajo la bandera de la ONU, ya que sería vetada en el Congreso de Seguridad por Moscú que, como Irán, tiene allí su principal cabeza de playa en la región.
Javier Milei, que aspira a un fuerte apoyo de Trump ante el FMI y la comunidad internacional, convocó a sesiones extraordinarias del H° Aguantadero para tratar un acotado listado de leyes pero excluyendo el Presupuesto nacional, una ausencia que seguramente trabará las negociaciones con la oposición. Se discutirán proyectos de “ficha limpia”, “reincidencia criminal”, “mafias”, suspensión o eliminación de las PASO y los pliegos del impresentable y cuestionado Ariel Lijo y del irreprochable académico Manuel García Mansilla para integrar la Corte Suprema.
La aún inexplicada insistencia de Milei en entronizar a Lijo se puso aún más oscura el miércoles, cuando éste, en su función de Juez Federal, ordenó al Ministerio de Justicia mantener, con personal y fondos, los “espacios de la memoria”, que los organismos de (tuertos) derechos humanos instalaron en la ESMA. Con ese fallo, ¿el candidato intentó conquistar los esenciales votos de los senadores kirchneristas? Sea cual sea la razón, lo cierto es que chocó de frente con la política de reducción del gasto que impulsa el Gobierno como piedra angular de su gestión.
En pocos días terminará la feria judicial en Argentina y vientos de fronda soplarán sobre Cristina Fernández. El demoledor informe que presentó el Fiscal Eduardo Taiano sobre el asesinato de su colega Alberto Nisman, del cual hoy se cumplen diez años de oscuridad, imputando a los grandes jerarcas kirchneristas, y describiendo la traición a la Patria en que incurrió la ex Presidente al ofrecer, firmando el inmundo memorandum con Irán, impunidad a los autores del peor atentado que sufrió nuestro país, es la piedra de toque final a su futuro penal.
Aplaudo a Milei por la exitosa marcha de la economía, pero no puedo dejar de expresar mi fuerte repudio ante la actitud de los trolls oficialistas que atacaron a los impolutos Alberto Abad y María Eugenio Talerico con el único propósito de sacar de la discusión pública el nombramiento como Director de la DGI del verdadero encubridor de Lázaro Báez y Cristóbal López, el enriquecido evasor Andrés Vázquez. Mi malestar creció con el desplazamiento del titular de la UIF (persigue el lavado de dinero), Ignacio Yacobucci, por actuar como querellante en las causas de corrupción que afectan a Cristina Fernández; sólo cuando veamos cómo actuará su reemplazante, Paul Starc, un Fiscal, sabremos cuánto hay de real en las inevitables sospechas de un pacto entre el “triángulo de hierro” y la autora de tantas y tan graves felonías. Quiera Dios que me equivoque.