Buenos Aires- 17 de enero de 2025-Total News Agency-TNA- El reciente desplazamiento de Ignacio Yacobucci de la Unidad de Información Financiera (UIF) ha desatado una ola de críticas y acusaciones. El gobierno argentino, que ha nombrado al fiscal Paul Starc como su sucesor, ha sido señalado por Mariano Federici, extitular de la UIF, quien manifestó que esta decisión refleja un “pacto de gobernabilidad a cambio de impunidad”.
Federici expresó en su cuenta de X que la destitución de Yacobucci se debe a su “rectitud y valentía” al llevar a cabo investigaciones contra la corrupción y el lavado de dinero, desafiando presiones de altos funcionarios del gobierno. “A pesar de las intromisiones ilegales y las exigencias de no investigar a funcionarios públicos, Yacobucci actuó con integridad”, afirmó Federici, criticando las justificaciones del gobierno por su salida.
El exfuncionario, que ocupó el cargo durante la presidencia de Mauricio Macri, añadió que Argentina está inmersa en “una red de corrupción, complicidad y cobardía”, y lamentó el silencio cómplice de políticos, empresarios y medios de comunicación ante esta situación. “Intentarán desacreditar a Yacobucci, pero él puede estar tranquilo, pues cumplió con su deber”, insistió.
Además, Federici alertó sobre el debilitamiento de la UIF, señalando que esto no solo infringe la ley 25.246, que garantiza su autonomía, sino que también pone en peligro el cumplimiento de las recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI). Recordó que en octubre de 2024, Argentina había aprobado un informe positivo sobre su lucha contra el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo.
La exvicepresidenta de la UIF, María Eugenia Talerico, también criticó la decisión, calificando a Yacobucci como un “funcionario ejemplar” y advirtiendo sobre los peligros de una mayor injerencia política en la institución. “Es preocupante el apetito del Gobierno por tener control sobre organismos de investigación e inteligencia”, agregó Talerico.
Desde el gobierno, fuentes oficiales justificaron la destitución de Yacobucci argumentando que recibió “reiterados llamados de atención” por los elevados gastos de la UIF, en línea con el plan de Javier Milei para lograr un equilibrio fiscal. También se indicó que la UIF no debería actuar como querellante en todos los casos, sugiriendo que esa función corresponde a los fiscales.
Esta controversia en torno a la UIF plantea serias interrogantes sobre la independencia de las instituciones y el compromiso del gobierno con la lucha contra la corrupción en Argentina.