24 de enero de 2025-Total News Agency-TNA- Las autoridades estadounidenses han llevado a cabo una operación que resultó en el arresto de 538 inmigrantes indocumentados, además de la deportación de “cientos” más, según un comunicado oficial emitido por la Casa Blanca este jueves. Esta acción se produce menos de una semana después de la toma de posesión de Donald Trump, quien ha reforzado las medidas en las fronteras tras declarar una “emergencia nacional”.
Karoline Leavitt, secretaria de prensa del presidente, anunció en las redes sociales que “la Administración Trump ha arrestado a 538 inmigrantes ilegales criminales” y que “cientos de ellos han sido deportados en aviones militares”. La lista de detenidos incluye a un individuo sospechoso de terrorismo, cuatro miembros de la banda criminal venezolana ‘El Tren de Aragua’, así como varios condenados por delitos sexuales contra menores.
Leavitt enfatizó que “la mayor operación masiva de deportación en la historia está en marcha. Promesas hechas, promesas cumplidas”. Sin embargo, esta implementación de políticas ha suscitado críticas en diversas regiones del país. El alcalde de Newark, Ras Baraka, condenó un operativo del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en un establecimiento local, señalando que se detuvo a residentes indocumentados y ciudadanos estadounidenses sin órdenes judiciales, calificando la acción de “atroz”.
En paralelo, el Congreso, con mayoría republicana, aprobó esta semana una controvertida legislación que amplía las posibilidades de encarcelamiento preventivo para extranjeros sospechosos de delitos. Esta normativa, respaldada por 262 votos en la Cámara de Representantes y 64 en el Senado, permite detenciones por infracciones menores, como hurtos en comercios, dejando a estas personas bajo la custodia del ICE.
Jorge Mario Cabrera, portavoz de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA), advirtió sobre las implicaciones de esta nueva legislación en una entrevista con RFI. Cabrera explicó que la ley amplía significativamente el rango de personas susceptibles a deportación, incluyendo a aquellos que solo enfrentan acusaciones por infracciones menores. “Esta propuesta busca expandir el número de personas que pueden ser deportadas, incluso si solo han sido acusadas de delitos menores, como robar un dulce o participar en una pelea”, detalló.
El mensaje implícito de esta medida ha generado una sensación de vulnerabilidad entre las comunidades migrantes, afectando incluso a aquellos con documentos legales. Cabrera destacó el efecto intimidatorio de la ley, afirmando: “Estamos en un momento de transición, pero esta ley ya envía un mensaje muy frío, de que ningún inmigrante en Estados Unidos está seguro, incluso si tiene papeles”.
Durante su campaña para un segundo mandato, Trump prometió tomar medidas severas contra la inmigración ilegal y continuar con las políticas que no pudo implementar en su primer mandato.