Buenos Aires- 30 de enero de 2025-Total News Agency-TNA- A dos semanas de la apertura de sobres en la licitación para el control de la Hidrovía Paraná-Paraguay, el proceso continúa generando controversias entre diversas empresas y el Gobierno argentino. Las firmas Dredging International (Deme) de Bélgica y Rohde Nielsen de Dinamarca, que previamente denunciaron irregularidades en el pliego de licitación, han decidido recurrir nuevamente a la Justicia tras el rechazo de su primera presentación por parte del juez contencioso administrativo Enrique Lavié Pico el 15 de enero.
Esta vía navegable es crucial para la exportación de granos y subproductos desde Argentina, representando más del 80% de la producción exportable del sector agrícola. Desde la administración de Javier Milei, se ha afirmado que la licitación progresará sin modificaciones y que el 12 de febrero se anunciarán los oferentes para la concesión del dragado y mantenimiento de la vía.
Cuestionamientos a la licitación
Deme y Rohde Nielsen argumentan que los requisitos establecidos en la licitación favorecen a la empresa belga Jan de Nul, actual concesionaria desde 1995 y principal candidata a extender su contrato por 30 años, con posibilidad de renovación por tres décadas adicionales. Ambas empresas planean apelar el fallo judicial que desestimó su solicitud de suspensión del proceso licitatorio.
Asimismo, Boskalis, una firma neerlandesa, ha expresado su descontento, solicitando una concesión más corta, de entre 10 y 15 años. Boskalis también ha cuestionado que el Gobierno busca beneficiar a Jan de Nul para compensar una deuda de aproximadamente 80 millones de dólares que la extinta Administración General de Puertos (AGP) mantiene con la concesionaria actual.
El embajador de los Países Bajos, Mauritz Verheijden, se reunió en diciembre con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, para manifestar su preocupación sobre lo que consideran un direccionamiento del pliego en favor de Jan de Nul.
Por otro lado, la empresa china Shanghai Dredging fue excluida del proceso debido a una cláusula que impide la participación de compañías con capital estatal, lo que ha sido calificado como arbitrario por expertos y diplomáticos del sector.
Acusaciones políticas y tensiones sectoriales
El Gobierno ha defendido la transparencia del proceso licitatorio y ha acusado al expresidente Mauricio Macri de intentar obstruir el avance de la licitación en beneficio de Boskalis. Fuentes cercanas al oficialismo sostienen que Macri busca “embarrar la cancha” para favorecer a las empresas neerlandesas.
El exministro de Transporte, Guillermo Dietrich, ha manifestado públicamente su desacuerdo con el proceso, argumentando que la crítica de su sector responde a la intención de que “a Argentina le vaya bien”, en línea con otros debates políticos donde han expresado su postura.
Expectativas sobre la resolución de la licitación
Fuentes del sector estiman que el 12 de febrero al menos tres empresas podrían presentar ofertas, lo que validaría el proceso licitatorio. Si se confirma la continuidad de Jan de Nul, la empresa mantendría el contrato para la modernización, operación y mantenimiento del sistema de señalización, así como las tareas de dragado y redragado de la vía navegable troncal, según lo estipulado en el sitio oficial de contrataciones públicas.
El desenlace de esta licitación será crucial para el futuro de la Hidrovía Paraná-Paraguay, una de las principales rutas comerciales del país, en un contexto marcado por tensiones entre el Gobierno, actores del sector privado y diplomáticos extranjeros.