Miami- 25 de enero de 2025-Total News Agency-TNA- La reciente reunión con el secretario de Estado, Marco Rubio, parece haber influido en la decisión del gobierno panameño liderado por José Raúl Mulino, quien anunció que no renovará el Memorando de Entendimiento que unió a Panamá con la Iniciativa de la Franja y la Ruta, firmado en 2017. Mulino indicó que incluso están evaluando la posibilidad de anularlo anticipadamente.El país centroamericano se comprometió a garantizar el libre tránsito de buques de guerra estadounidenses a través del canal.
“Vamos a analizar si es viable finalizarlo antes de lo previsto. La renovación está programada para dentro de uno o dos años”, declaró Mulino ante los medios tras su encuentro con el principal representante de la diplomacia estadounidense. Este cambio de postura es notable, considerando que el gobierno panameño había sostenido anteriormente que el Canal de Panamá “es 100% panameño” y había rechazado las afirmaciones del presidente estadounidense sobre la creciente influencia de Pekín en esta vía marítima crucial.
El acuerdo con China que Mulino ahora se dispone a cancelar abarcaba, en teoría, proyectos que iban desde la infraestructura hasta la conectividad marítima. Sin embargo, se ha debatido ampliamente sobre la Ruta de la Seda, considerada un plan para aumentar la influencia china en naciones en desarrollo que requieren inversiones significativas. Esto ha llevado a que estos países terminen endeudados y dependientes del régimen comunista de Xi Jinping. La administración Trump ha denunciado claramente las implicaciones de esta situación en el Canal de Panamá.
Trump fue contundente al señalar la creciente influencia de China en Panamá, especialmente en el Canal, que recibe alrededor de 12,000 barcos anualmente, transportando carga a más de 160 países. La presencia de empresas chinas es tan evidente que actualmente se está construyendo un Cuarto Puente sobre el Canal por parte de un consorcio chino. Recientemente, el presidente de EE. UU. informó sobre la rápida eliminación de carteles en chino en esa área.
A pesar de las críticas, el gobierno de Mulino continuó insistiendo en su soberanía sobre el canal, mientras anunciaban una cuestionable auditoría a Panama Ports Company (PPC), subsidiaria de Hutchison Ports Holdings, empresa china. Como se destacó en un análisis reciente de PanAm Post, la ruptura de relaciones con Taiwán y otros antecedentes evidencian que el régimen comunista chino no solo actúa como cliente, sino que se convierte en un socio cada vez más cercano en proyectos panameños.
Durante el encuentro, Marco Rubio exigió “cambios inmediatos” en respuesta a la presencia china en el Canal de Panamá, y las promesas de Panamá no tardaron en llegar. El país centroamericano se comprometió a garantizar el libre tránsito de buques de guerra estadounidenses a través del canal y a desvincularse del programa de préstamos de China tras las críticas de Rubio durante su visita.
Rubio, alineándose con las preocupaciones del presidente Trump sobre la influencia china en la vía fluvial, advirtió que EE. UU. “tomaría las medidas necesarias para proteger sus derechos” a menos que Panamá implementara cambios inmediatos, según informó el Departamento de Estado tras la reunión con Mulino.
El presidente panameño minimizó las tensiones, pero reafirmó que su país no renunciaría al control del canal, ofreciendo otras concesiones a EE. UU. La autoridad del canal anunció que “optimizará la prioridad de tránsito” para los buques de la Armada estadounidense. Mulino garantizó a Rubio que los buques de la Armada disfrutarían de libre paso, aunque los funcionarios panameños no respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios sobre esta afirmación. En diciembre, Trump había criticado las tarifas “exorbitantes” que Panamá cobraba a la Armada y a empresas estadounidenses por el uso del canal, amenazando con retomar el control.