Buenos Aires-12 de febrero de 2025-Total News Agency – TNA – La fiscal Mónica Cuñarro ha solicitado el sobreseimiento del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, en relación a la causa por abuso sexual presentada por la joven Melody Rakauskas. Cuñarro argumenta que no hay pruebas suficientes para sostener la acusación y señala que la presunta víctima tiene un historial de relaciones con hombres casados, lo que pone en duda la veracidad de su testimonio.
Espinoza, quien enfrenta un procesamiento confirmado por la Cámara del Crimen, ha sido objeto de la querella de Rakauskas, quien ha pedido que se cierre la instrucción y que el caso avance a juicio oral. La fiscal Cuñarro afirmó que el comportamiento de Rakauskas presenta un “patrón de conducta” que no respalda su relato sobre el dirigente peronista.
A pesar de que Espinoza propuso su sobreseimiento, la fiscal manifestó que no existen evidencias que apoyen la acusación. El juez Fernando Caunedo, encargado del caso, deberá decidir si el asunto se eleva a juicio, aunque la ausencia de un fiscal no impide que el juicio se lleve a cabo con la querella presente.
En su dictamen de 79 páginas, Cuñarro recordó que previamente otros fiscales también habían recomendado el sobreseimiento de Espinoza. Cuestionó la credibilidad del relato de Rakauskas, citando contradicciones y su negativa a someterse a un examen psiquiátrico o a entregar sus dispositivos electrónicos para peritajes.
La fiscal destacó que, aunque se reconoce que Espinoza estuvo en la casa de Rakauskas la noche en cuestión, las pruebas no corroboran que se haya producido un abuso sexual. Subrayó que es un derecho de la víctima no someterse a peritajes, pero enfatizó que esto no puede obligar al Ministerio Público a llenar los vacíos con suposiciones infundadas.
Cuñarro también mencionó un episodio ocurrido en marzo del año pasado en Nueva Delhi, donde Rakauskas alegó haber sido drogada por agentes indios. Sin embargo, informes de la Cancillería indican que fue la propia joven quien tomó medicamentos psiquiátricos en un intento de suicidio, lo que contradice su versión de los hechos.
Espinoza enfrenta cargos por abuso sexual simple y desobediencia por violar una restricción de acercamiento a Rakauskas. La acusación sostiene que existió un “abuso de poder” por parte de Espinoza en su rol como empleador, alegando que se produjeron encuentros laborales que derivaron en insinuaciones y tocamientos no consentidos.
Los jueces que confirmaron el procesamiento de Espinoza valoraron el testimonio de Rakauskas y la evidencia que respalda su relato. Se considera que el intendente quebrantó la orden de restricción al intentar comunicarse con la denunciante a través de terceros.