El papa Francisco volvió a delegar otra lectura en público. El hecho ocurrió este miércoles, justo cuando el sumo pontífice leía su catequesis durante la audiencia en el Vaticano.
Afectado por una enfermedad, leyó unas líneas y le cedió la lectura a Pierluigi Giroli, sacerdote y funcionario de la Secretaría de Estado. “Ahora pido al sacerdote que continúe leyendo. Yo con mi bronquitis no puedo ahora. Espero poder la próxima vez”, indicó.
A sus 88 años, y tras 11 de papado, no es la primera vez que Francisco tiene que delegar la lectura a un colaborador, situación que genera preocupación dentro del Vaticano.
Incluso, las imágenes de este miércoles muestran al Sumo Pontífice con cierto malestar, por lo que fue evidente su dificultad para expresarse con normalidad.
Preocupa la salud del papa Francisco en el Vaticano
La salud del papa Francisco comenzó a generar incertidumbre en la sede central de la Iglesia Católica. En el último tiempo, experimentó episodios de fatiga y contrajo varias afecciones respiratorias.
Una semana atrás, tampoco leyó su catequesis en el aula Pablo VI a raíz de un resfriado. “Pido perdón, pero con este fuerte resfriado me es difícil hablar”, dijo el sumo pontífice, quien luego cedió antes de ceder la lectura al sacerdote Giroli.
Sumado a ello, el domingo detuvo su homilía durante la misa del Jubileo de las Fuerzas Armadas en la Plaza de San Pedro. “Ahora me disculpo y pido al maestro que continúe la lectura por dificultad en la respiración”, explicó.
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Hasta el momento, y luego de varios episodios, desde el Vaticano no emitieron ningún comunicado oficial con información sobre el estado de salud del papa.
Tiempo atrás, más precisamente en diciembre, evitó pronunciar su catequesis de los miércoles por una afección respiratoria y trasladó la recitación del Ángelus a la capilla de su residencia, en Casa Santa Marta. Allí, desde la casa central informaron que se buscaba preservar la salud del pontífice ante la llegada de las celebraciones navideñas.
Si bien Francisco jamás afirmó que podría abdicar, lo cierto es que tampoco desconoció que su movilidad lo llevó a adaptar sus desplazamientos y, por consiguiente, su agenda.
Fuente El Cronista