Por Carlos Ruckauf
Los terroristas de Hamás usaron rehenes como escudos humanos y desataron una guerra de consecuencias irreversibles
Una madre argentina y sus bebés fueron secuestrados el 7 de octubre de 2023 por los terroristas de Hamas. Fue un acto de violencia insensata contra una población civil. Un grupo numeroso de personas que participaba en una fiesta de música electrónica fue atacado de manera inesperada, convirtiéndose en víctimas de un plan brutal e inhumano.
Los atacantes dejaron un rastro de destrucción con escenas atroces, registradas por los propios teléfonos de los agresores. Masacraron a más de 1.200 hombres, mujeres y niños y, al regresar a sus escondites, secuestraron a 251 personas, entre ellas 30 menores de edad. Con este ataque despiadado, los terroristas de Hamas desataron una represalia que se convirtió en guerra.
Un conflicto militar que no pueden ganar y cuyas consecuencias para el pueblo palestino han sido y serán devastadoras. Cuando Irán (chiita) ordenó a la organización terrorista Hamas (sunita) llevar a cabo este ataque, sabía perfectamente lo que ocurriría. Pero no le importó. Para ellos, los miembros de Hamas son apóstatas.
Los terroristas han utilizado a los rehenes como escudos humanos y hacen lo mismo con su pueblo. Canjean rehenes por combatientes terroristas y teatralizan cada parte de este drama. En cada oportunidad, incrementan la furia de los israelíes y les recuerdan que no pueden permitir que esto vuelva a suceder.
El mismo día que devolvieron los cuerpos de nuestros niños mártires y de su madre, hicieron lo propio con un anciano israelí que se dedicaba a facilitar la atención médica a los habitantes de Gaza en hospitales israelíes. Con estas acciones, los terroristas cierran toda posibilidad de convivencia con sus vecinos y se aíslan aún más de quienes, de buena fe, quisieran ayudar a los palestinos.
Nosotros debemos honrar a nuestros mártires y agradecer vivir en esta Argentina, donde la convivencia entre comunidades siempre se ha mantenido.
En este drama, es importante no olvidar el papel de varios actores:
- El lamentable proceder de la ONU, cuyo secretario general ha tenido una conducta por demás reprochable y en cuyas instalaciones en Gaza los terroristas alojaron rehenes.
- La Cruz Roja, que prefirió callar sobre las torturas y la presencia de víctimas de Hamas en casas de familia e instalaciones sanitarias.
- Finalmente, las agrupaciones de izquierda y sus aliados kirchneristas.
Sin duda, mucho tuvo que ver en estas posturas la oscura relación de Cristina Fernández de Kirchner con la teocracia iraní, así como el pacto de impunidad que el fiscal Nisman iba a denunciar y que terminó con su homicidio, vergonzosamente enmascarado como un suicidio.
Tras la última entrega de cuerpos, los patólogos han podido identificar a los dos niños argentinos asesinados por Hamas
Pero entre los restos no está su mamá, nuestra compatriota sigue secuestrada. En su falso cajón una leyenda oprobiosa: “Arrestada el 7/10/23″.
Fuente Infobae