Buenos Aires-06 de marzo de 2025-Total News Agency-TNA- La reciente decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de negar el pedido de licencia del juez federal Ariel Lijo ha generado un clima de incertidumbre en el Gobierno, que hasta el último momento carecía de información clara sobre las intenciones de los magistrados y, en particular, sobre las acciones de Manuel García-Mansilla. Alguien vendió humo a La Rosada.
La noticia se filtró a los medios antes de que Ricardo Lorenzetti pudiera formalizar su apoyo al pedido del juez de Comodoro Py para asumir en el máximo tribunal sin renunciar a su actual puesto, lo que provocó inquietud entre los sectores libertarios.
Un alto funcionario, visiblemente irritado, reiteraba a mediodía que “la votación aún no tuvo lugar”, según informaciones de la agencia Noticias Argentinas. En los pasillos de Balcarce 50, las dudas sobre la decisión eran palpables, llegando incluso a especularse que podría tratarse de una maniobra de alguno de los miembros de la Corte.
El rechazo, cuya resolución aún no ha sido publicada ni oficializada, lleva la firma de Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Manuel García-Mansilla, y se dio a conocer justo cuando Lorenzetti se preparaba para firmar en contra de la opinión del resto de los magistrados.
La naturaleza extraoficial de esta filtración sorprendió a varios en el Poder Ejecutivo, especialmente en relación al rumbo tomado por el nuevo integrante del Máximo Tribunal, quien fue nombrado por el presidente Javier Milei mediante el Decreto 137/2025.
Fuentes de la Secretaría General de la Presidencia, liderada por Karina Milei, argumentaron que este hecho refleja “la independencia de la Justicia que promueve el Gobierno” y es un ejemplo de que “no hay una mayoría automática”. Sin embargo, reconocieron que no estaban al tanto de las decisiones del reciente miembro de la Corte.
Este nuevo obstáculo en el camino hacia la designación de Lijo complica su situación y le obliga a considerar si renunciará o no a su cargo en el juzgado federal 4 de Comodoro Py. “Es una decisión personal; lo que podíamos hacer ya lo hicimos”, declaró una fuente cercana sobre el futuro incierto del juez.
Lo único claro es la determinación del Gobierno de continuar con el proceso de aprobación del pliego, asegurando que no será retirado, lo que aumenta la presión sobre la posible renuncia de Lijo.
A pesar de las dificultades, algunos en el oficialismo albergan esperanzas de conseguir los votos necesarios en el Senado, un año después de haber presentado la propuesta. Si la Cámara Alta decide tratar el pliego y el oficialismo logra los dos tercios requeridos, Lijo podría ingresar a la Corte de manera vitalicia.
De los dos jueces designados por el Gobierno para ampliar el número de miembros del Máximo Tribunal, Lijo fue el único que recibió dictamen favorable de la Comisión de Acuerdos, gracias a las nueve firmas de senadores de diferentes sectores, incluyendo a los peronistas Sergio Uñac (San Juan), Lucía Corpacci (Catamarca) y Claudia Abdala de Zamora (Santiago del Estero).
Su pliego estuvo a punto de ser discutido el 20 de febrero durante las sesiones extraordinarias, pero el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, principal colaborador del asesor presidencial Santiago Caputo, no logró llegar a un acuerdo con el bloque liderado por la expresidenta Cristina Kirchner, lo que impidió que el respaldo se concretara en los votos necesarios para su aprobación en el recinto. El kirchnerismo pretendía incluir el nombre del Procurador y las vacantes en 150 juzgados de todo el país en el mismo paquete, lo que llevó al funcionario a abandonar las negociaciones, reconocido abogado que conoce muy bien el paño, comentó a Total News Agency, que los Werthein podrían insistir y operar a tres puntas, Kirchnerismo, PRO y oficialismo en el senado.