Buenos Aires, 13 de marzo de 2025-Total News Agency -TNA- El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se refirió este jueves al caso de Pablo Grillo, el fotógrafo de 35 años que resultó gravemente herido tras recibir el impacto de un casquillo de gas lacrimógeno en la cabeza durante los disturbios registrados en la marcha por los derechos de los jubilados en las inmediaciones del Congreso. Francos calificó el hecho como un “accidente no previsto” y una “lamentable consecuencia” de los episodios violentos que, según él, fueron promovidos intencionalmente por sectores opositores al gobierno de Javier Milei.
El incidente ocurrió el miércoles por la tarde, cuando Grillo fue alcanzado por un proyectil mientras intentaba documentar la protesta. Fue trasladado de urgencia al Hospital Ramos Mejía, donde fue sometido a una cirugía debido a la gravedad de sus heridas. Francos expresó su pesar por lo ocurrido y aseguró que el gobierno buscará esclarecer los hechos. “Es un hecho muy lamentable, no puedo más que efectuar este comentario. Por supuesto trataremos de esclarecerlo. La Policía no apunta a las personas, utiliza los gases para dispersar a los violentos. A veces, en estas situaciones, ocurren accidentes desafortunados”, declaró en una entrevista radial.
Francos también defendió el accionar de las fuerzas de seguridad, señalando que los disturbios fueron generados por “grupos organizados” que buscan desestabilizar al gobierno. Según el funcionario, la protesta fue infiltrada por barras bravas, agrupaciones de izquierda y sindicatos, quienes habrían utilizado la violencia como herramienta para generar caos. “Lo que se busca es una especie de golpe de Estado. No encuentran otra manera de cuestionar a esta gestión, que cuenta con el respaldo de la mayoría de los argentinos”, afirmó.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también se pronunció sobre el caso, justificando el operativo policial y cuestionando la labor de Grillo. En declaraciones televisivas, Bullrich sugirió que el fotógrafo tiene vínculos políticos con sectores opositores al gobierno, aunque estas afirmaciones fueron desmentidas posteriormente por el intendente de Lanús, Julián Álvarez.
Acusaciones de desestabilización y críticas a la Justicia
En línea con el discurso oficial, Francos insistió en que los disturbios del miércoles fueron parte de un intento de desestabilización liderado por sectores del kirchnerismo y La Cámpora. “Quieren generar caos y utilizan la violencia como herramienta. Quemaron un vehículo policial, lanzaron piedras y destruyeron bienes públicos. No vamos a permitir que este tipo de manifestaciones alteren el orden público que hemos logrado recuperar con mucho esfuerzo”, afirmó.
El jefe de Gabinete también adelantó que la Policía Federal ya trabaja en la identificación de los responsables de los actos violentos y que se procederá a sus detenciones. Sin embargo, criticó duramente a la Justicia porteña por haber liberado a las personas detenidas durante la protesta. “Si se detienen a más de 130 personas y una jueza decide liberarlas en pocas horas, es muy difícil combatir la violencia. La ley debe aplicarse con mayor firmeza”, señaló, en referencia a la decisión de la jueza Karina Andrade, quien consideró que no se podía establecer flagrancia en algunos casos.
Un país dividido
El incidente ha generado un fuerte debate en la sociedad argentina, con sectores que cuestionan el uso de la fuerza por parte de las autoridades y otros que respaldan las medidas del gobierno para mantener el orden. Mientras tanto, Pablo Grillo continúa en estado delicado, y su caso se ha convertido en un símbolo de las tensiones políticas y sociales que atraviesan al país.