Buenos Aires, 16 de marzo de 2025. Total News Agency-TNA- El reconocido economista Ricardo Arriazu, considerado una de las voces más influyentes para el presidente argentino Javier Milei, realizó un análisis crítico sobre el futuro del esquema económico y las posibles modificaciones en el régimen cambiario en el marco de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Durante una presentación en el Jockey Club de la Ciudad de Buenos Aires, Arriazu advirtió que la implementación de una flotación cambiaria compacta, similar a la aplicada en 2018, podría generar serios inconvenientes. Milei, en ocacianes, se refirio a Arriazu como “maestro”.
En su intervención, el economista subrayó la importancia de manejar con cautela la dualidad monetaria que caracteriza a la economía argentina, marcada por el peso y el dólar. Según Arriazu, estabilizar ambas unidades de cuenta es esencial para garantizar la estabilidad económica. “No se puede estabilizar la economía sin controlar el peso y el dólar. Para estabilizar el peso, hay que dejar de emitir, y para estabilizar el dólar, es necesario intervenir en el mercado cambiario. Es tan simple como eso”, afirmó el consultor, destacando su postura contraria a una flotación cambiaria en el contexto actual.
Arriazu señaló que tanto el presidente Milei como el FMI parecen coincidir en su inclinación hacia un esquema de flotación, lo cual podría generar tensiones dentro del equipo económico. “Me preocupa que el FMI no comprende las particularidades de la economía argentina. Hay diferencias dentro del gobierno: mientras el presidente apoya la flotación, el Banco Central y el Ministerio de Economía parecen oponerse. No habrá una devaluación abrupta, pero el peligro radica en establecer una banda cambiaria que genere incertidumbre”, explicó.
El economista también criticó la posibilidad de liberar el tipo de cambio en condiciones económicas desfavorables, como las que enfrentaba el país a finales del año pasado. “Si en diciembre se hubiera liberado el tipo de cambio con una deuda de 40 mil millones de dólares por importaciones impagas y reservas netas negativas, el resultado habría sido una hiperinflación inmediata”, argumentó.
En cuanto al acuerdo con el FMI, Arriazu anticipó que el levantamiento del cepo cambiario será gradual y no abarcará todos los aspectos de la economía. “Creo que se flexibilizará significativamente el cepo, pero no se eliminará por completo. Por ejemplo, las restricciones para el giro de dividendos y regalías seguirán vigentes y se irán levantando de manera progresiva, como ha sucedido hasta ahora”, señaló.
Respecto a la inflación, el economista la calificó como un problema estructural derivado de la indexación de precios y el déficit fiscal. Según su análisis, sin un control efectivo de la inflación, será imposible que la economía argentina retome el crecimiento o disminuya la pobreza. Aunque reconoció que el ajuste económico implementado ha generado una recesión a corto plazo, se mostró optimista sobre una posible recuperación económica en la segunda mitad del año.
Sin embargo, Arriazu alertó sobre la presencia de “cisnes negros”, eventos inesperados que podrían desestabilizar aún más la economía global y, por ende, la local. Entre los riesgos mencionó la combinación de una burbuja financiera y una guerra comercial, lo que podría desencadenar una crisis similar a la Gran Depresión de 1929. “En aquel entonces, la explosión de una burbuja fue seguida por medidas proteccionistas y devaluaciones competitivas, lo que llevó a la creación del FMI para evitar errores similares. Hoy, estamos volviendo a repetir esos mismos errores”, advirtió.
En el plano político, Arriazu destacó el respaldo de los sectores más pobres al presidente Milei, describiéndolo como un fenómeno inesperado. “El verdadero apoyo de Milei proviene de los más pobres, quienes sienten que han sido defraudados por todos los gobiernos anteriores. Ven en él una última esperanza, aunque lo consideren un ‘loco’. Esa esperanza es lo que lo sostiene políticamente”, concluyó el economista.