Por Daniel Romero
Buenos Aires, 19 de marzo de 2025-Total News Agency -TNA- La manifestación convocada por sectores del kirchnerismo y la izquierda radical reunió a un número considerablemente menor de personas en comparación con movilizaciones anteriores. Además, el operativo de seguridad del Gobierno de Javier Milei logró detener a 25 individuos con antecedentes penales, desalentando la participación masiva.

Bien la inteligencia crimnal que logra obejetivos valiosos con la detenciones de criminales en las protestas. Ahora deben ir por los delincuentes y narcos que a su vez son punteros politicos en el conurbano y organizan a quienes luego suben a colectivos. Por ejemplo en Moreno, el “Nene Vera”, ya que, ahora es libertario, podria señalar a muchos.
Una protesta con escasa convocatoria y bajo estricta vigilancia
En el día de hoy, una nueva manifestación organizada por sectores vinculados al kirchnerismo y la izquierda extrema tuvo lugar en el centro porteño. Sin embargo, lejos de ser masiva, la convocatoria resultó un fracaso en términos de asistencia, con una concurrencia significativamente menor a la registrada en protestas anteriores.
Uno de los factores que desalentaron la participación fue el exitoso operativo de seguridad desplegado por el Gobierno de Javier Milei, que incluyó controles en estaciones de tren y puntos estratégicos de acceso a la Ciudad de Buenos Aires. Durante estos procedimientos, se detuvo a 25 personas que contaban con pedidos de captura activos por delitos graves, entre ellos narcotráfico y robos.

La estrategia de seguridad que marcó la diferencia
El Ministerio de Seguridad implementó un dispositivo preventivo para evitar disturbios, similar al de la semana pasada, cuando una protesta terminó con graves incidentes y destrozos en la vía pública. Esta vez, el despliegue policial logró contener cualquier intento de violencia y garantizó la paz social.
En las estaciones de tren, donde se realizaron los controles más exhaustivos, las pantallas emitían mensajes como: “Protesta no es violencia. La policía va a reprimir todo atentado contra la República”. Esta estrategia no solo permitió la detención de delincuentes, sino que también disuadió a muchos otros de participar.
Un contexto político que favorece al oficialismo
Mientras la oposición intentaba capitalizar la protesta bajo el lema de “defender a los jubilados”, el Congreso avanzaba en un tema clave para la agenda del Gobierno: la aprobación del acuerdo con el FMI. A pesar de los intentos opositores por frenar el DNU, el oficialismo logró imponer su postura en la Cámara de Diputados, lo que generó un efecto positivo en los mercados.
Tras la aprobación del acuerdo, el dólar dejó de subir y el riesgo país experimentó una baja significativa, lo que representa un alivio para la economía en medio de un contexto de alta volatilidad.
El impacto de las detenciones en la protesta
La detención de los 25 manifestantes con antecedentes penales no solo fue un golpe a los sectores más radicalizados, sino que también envió un mensaje claro: el Gobierno no permitirá que grupos violentos utilicen las movilizaciones como excusa para desestabilizar. Entre los detenidos, se identificaron individuos vinculados a delitos como narcotráfico, robos y agresiones, lo que refuerza la narrativa oficial de que estas protestas no son espontáneas ni pacíficas.
Una convocatoria que pierde fuerza
A diferencia de la marcha de la semana pasada, que culminó en enfrentamientos violentos y destrozos, la movilización de hoy no logró llenar la Plaza del Congreso ni generar un impacto significativo. La escasa asistencia refleja el desgaste de estos sectores opositores, que no encuentran eco en una ciudadanía cada vez más crítica de las estrategias de confrontación.
Conclusión: un triunfo para el oficialismo
El Gobierno de Javier Milei no solo logró neutralizar posibles disturbios durante la protesta, sino que también consolidó su posición política con la aprobación del acuerdo con el FMI. Este doble golpe a la oposición, sumado a la eficacia del operativo de seguridad, marca un punto de inflexión en la dinámica política actual.
Con un dólar estabilizado, un riesgo país en descenso y una oposición debilitada en las calles y en el Congreso, el oficialismo se fortalece en un contexto que parecía adverso hace apenas unas semanas.