Buenos Aires, 24 de marzo de 2025-Total News Agency (TNA)-En el marco del Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y su hijo, el diputado Máximo Kirchner, protagonizaron un acto cargado de retórica, promesas vagas y, por supuesto, una buena dosis de críticas al Fondo Monetario Internacional. Pero lo que más resonó fue su insistencia en “volver a gobernar”, algo que muchos argentinos interpretaron más como una amenaza que como una promesa. Estuvieron presentes los organismos y asociaciones de DDHH que por primera vez en 19 años, marcharon juntos. Siempre, cada uno atendió su quiosco
Cristina y sus ocho horas, ocho fotos y un mensaje confuso
Cristina, siempre fiel a su estilo de comunicación, optó esta vez por un posteo en redes sociales. Acompañada por el hashtag #NuncaMás, compartió ocho imágenes de la movilización en Plaza de Mayo y escribió: “En ocho horas y en ocho fotos, la persistencia de la MEMORIA, la masividad de la VERDAD y la demanda de JUSTICIA… HOY más vigentes que nunca. Por más que quieran no van a poder”.
Cabe la pregunta: ¿A qué no van a poder? ¿A que no vuelva a prisión como condenada por corrupción?
Sus remanidas frases quedaron flotando en el aire, algo que ya es costumbre en los discursos de la expresidenta, quien es mas propensa a la intriga a que en aclarar sus intenciones.
Máximo y su amenaza de “volver a gobernar”
Por su parte, Máximo Kirchner, heredero político del kirchnerismo y referente de La Cámpora, no se quedó atrás. Desde el escenario, lanzó una frase que sonó más a advertencia que a propuesta: “Vamos a volver a gobernar a la Argentina para volver a ponerla de pie”. Claro, lo que olvidó mencionar es que fue precisamente su espacio político el que dejó al país de rodillas tras años de mala gestión, corrupción y endeudamiento.
El diputado también aprovechó para criticar al actual gobierno de Javier Milei, acusándolo de entregar el país al FMI. “Milei dijo que iba a quemar el Banco Central y ahora dice que la plata del FMI es para sanearlo”, disparó, olvidando que su propio gobierno fue el que firmó el acuerdo con el organismo internacional en primer lugar.
Críticas al FMI: el blanco favorito
Como era de esperarse, el Fondo Monetario Internacional no podía faltar en el repertorio de críticas. Máximo aseguró que “el FMI gasta más de 2 mil millones de dólares por mes en sueldos y no puede hacer un plan bueno ni sustentable para nuestro país”. Sin embargo, no ofreció ninguna alternativa concreta, limitándose a repetir las consabidas frases hechas que ya parecen un mantra del kirchnerismo.
Además, afirmó que el Gobierno de Milei está “apretado” por el FMI y que el acuerdo firmado es “un cheque en blanco”. Paradójicamente, omitió mencionar que fue su madre quien dejó al país con una deuda millonaria y un déficit crónico que obligaron a recurrir al organismo internacional en primer lugar.
Un acto con más ruido que nueces
El acto del 24 de marzo dejó en claro que el kirchnerismo sigue apostando a las mismas estrategias de siempre: discursos grandilocuentes, críticas al FMI y promesas de “volver” sin ofrecer soluciones concretas. Para muchos, sus palabras no son más que un recordatorio de los años de desmanejos que llevaron al país a la situación actual.
Mientras tanto, los argentinos siguen esperando propuestas reales que permitan superar las crisis recurrentes y mirar hacia el futuro con esperanza, algo que parece estar ausente en el discurso de quienes insisten en regresar al poder.