La ofensiva del Gobierno de Pedro Sánchez contra la universidad privada sigue adelante .
El nuevo decreto que modifica el de 2021 «de creación, reconocimiento y autorización de universidades y centros universitarios y acreditación institucional de centros universitarios y otras normas conexas de igual rango», o lo que es lo mismo el decreto de endurecimiento para la creación de privadas sigue adelante.Y lo hace porque el presidente del Gobierno quería evitar la proliferación de lo que el denominó «chiringuitos» o, como dijo la vicepresidenta, ministra y secretaria general del PSOE-A, María Jesús Montero, universidades que «regalan títulos».
Sin embargo a la hora de redactar ese decreto, Sánchez ha hecho distinciones y salva de esos requisitos sólo a la privada catalana.De hecho el borrador del citado decreto al que ha tenido acceso ABC incluye una disposición adicional, en este caso la quinta, que excluye del mismo sistema de creación que el resto a las «universidades privada con sistema de precios públicos de sus titulaciones oficiales» . Un requisito que excluye, por tanto a la Universidad Abierta de Cataluña, la UOC, que es privada aunque ofrece precios como los de la pública ya que sus créditos cuestan como el resto de las universidades españolas aproximadamente 20 euros.
En este caso lo que hace esa disposición adicional es excluirla del requisito obligatorio que se establece para el resto ya que el decreto estipula que la creación de las universidades públicas y el reconocimiento de las privadas se llevará a cabo «por Ley de las Cortes Generales a propuesta del Gobierno, de acuerdo con el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma en cuyo ámbito territorial haya de establecerse la sede oficial cuando se trate de universidades de especiales características cuya actividad docente abarca todo el Estado y tiene, por lo tanto, un carácter supracomunitario, y previo informe preceptivo de la Conferencia General de Política Universitaria.
La propuesta de dicho informe será elaborada por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades». Eso significa que ese requisito no se aplicará en la citada privada catalana.Además se hace igualmente excepción con el personal docente investigador con contrato laboral temporal de manera que no se aplicará la exigencia de que ese tipo de personal contratado no supere el 8 por ciento como se exige al resto de universidades.AtaquesEsta excepción con la privada catalana tiene lugar mientras desde el Gobierno se insiste en los ataques a las instituciones académicas privadas queriendo convertir el asunto en un debate público-privado. Pero también se produce en un tiempo de crecimiento de la privada frente al estancamiento de la pública.De hecho las cifras lo dicen todo. Si se compara el presente curso 2024/2025 con el 2014/2015 las universidades públicas españolas apenas han visto crecer su matrícula de estudiantes en un 2%, mientras que las universidades privadas lo hacían en un 117%.
Además, en 1983, año en el que se aprobó la Ley de Reforma Universitaria que emprendía el camino de la modernización y democratización de la universidad, había en España 33 universidades públicas y 4 privadas, mientras que en el año 2024 se contabilizaban 50 universidades públicas y 46 universidades privadas.En los últimos 25 años no se ha creado ninguna institución universitaria pública y sí, en cambio, 27 universidades privadas han abierto sus puertas e iniciado su actividad académica. El resultado es que, en este curso 2024-2025, el número de estudiantes matriculados en universidades privadas, y en centros privados adscritos a universidades públicas, supera ya los 550.000 estudiantes, es decir, un 31% del total, si bien en el caso de los másteres universitarios este indicador alcanza el 51%, mientras que significativamente solo llega al 8% en el caso de los programas de doctorado.En Alemania, según Eurostat, en el curso 2022-2023 los centros privados agrupaban el 16% del estudiantado universitario, en Italia el 19%, en Francia del 24%, en Suiza el 15%, en Suecia el 6% y en Dinamarca solo el 0,2%.
Las estadísticas españolas, pues, confirman que prácticamente un tercio del estudiantado está ya pagando precios privados por realizar estudios universitarios oficiales en España.Estos años, además, han coincidido con una expansión de la docencia universitaria virtual, que tuvo en los efectos derivados de la crisis de la pandemia del Covid-19 un punto de inflexión muy importante, y que ha tenido en las universidades privadas su impulsor fundamental. Este desarrollo se manifiesta tanto en universidades cuyas titulaciones se imparten fundamentalmente bajo el modelo docente no presencial, como en aquellas otras presenciales pero que también implementan títulos y/o grupos virtuales u online. El curso 2024-2025, el 26% del estudiantado universitario español estudia ya en formato virtual -proporción que, por ejemplo, dobla el 13% alcanzado por este tipo de estudiantado en Gran Bretaña según la Higher Education Statistics Agency (HESA) con datos del curso 2022-2023.
Fuente ABC