Neuquén, 16 de abril de 2025–Total News Agency – TNA-En un movimiento que redefine el mapa energético argentino, la petrolera Vista concretó hoy la adquisición de los activos locales de la malasia Petronas en Vaca Muerta, consolidándose como la mayor operadora privada de hidrocarburos del país. La operación, valuada en 1.200 millones de dólares, combina un desembolso inmediato de 900 millones más dos pagos escalonados de 150 millones cada uno para 2029 y 2030, además de la transferencia de 7.297.507 acciones de Vista a la empresa asiática.
El acuerdo no solo amplía la huella de Vista en el yacimiento neuquino sino que le otorga participación en el estratégico bloque La Amarga Chica, donde compartirá operaciones con YPF. Curiosamente, el CEO de Vista, Miguel Galuccio, conoce bien la dinámica estatal: durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) estuvo al frente de YPF, y aunque retornó al sector privado, mantiene muy fluidos canales de diálogo con la exmandataria, según confirman fuentes cercanas a ambos. Incluso, algunas fuentes lo mencionan a Galuccio como un hombre de consulta de CFK. ¿Sobre que lo consultara?, se preguntan.
“Esta compra nos da escala de campeonato en Vaca Muerta”, celebró Galuccio en un comunicado, destacando que el bloque adquirido tiene “bombas de crudo que no paran de sonar con costos bajísimos”. El ejecutivo subrayó que la movida reforzará el flujo de caja y sumará “terrenos listos para taladrar” en el corazón de la formación shale.
Analistas consultados por TNA coinciden en que la operación refleja la apuesta de Vista por liderar el desarrollo no convencional, mientras Petronas -que llegó al país en 2010- ajusta su portafolio global. El traspaso incluye infraestructura, permisos y tecnología en un área que produce actualmente 15.000 barriles diarios, con potencial para triplicar esa cifra.
Contexto político en off the record: Fuentes del sector energético recuerdan que Galuccio supo navegar con destreza las aguas turbulentas de la política argentina. Su gestión en YPF durante el kirchnerismo -incluyendo la estatización de 2012- le valió críticas de algunos empresarios, pero también le granjeó contactos duraderos. Hoy, mientras el oficialismo celebra las inversiones en Vaca Muerta, el exfuncionario demuestra que conoce el arte de negociar tanto con el poder como con el subsuelo.
Ampliaremos