La cereza da sustento a miles de familias en Extremadura. Principalmente en las comarcas cacereñas del Jerte y la Vera, donde se cultiva una de las grandes joyas de la gastronomía extremeña, reconocida en la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte . Solo bajo el paraguas de la Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte se articulan más de 2.500 agricultores, generando un impacto económico mayúsculo en toda la región.Hoy, las inconfundibles picotas del Jerte llegan a, prácticamente, todos los países de Europa y tienen una importante presencia en Alemania, Italia, Reino Unido y todos los países escandinavos. Un producto reconocido por su calidad y sabor diferencial que ha sabido conquistar a mercados de muy diversa índole. Eso es, de hecho, lo que se pretende conseguir, ahora, con China.Noticia Relacionada CONTENIDO EXTERNO patrocinada No Extremadura, un destino para cada viajero El turismo en Extremadura vive su mejor momento gracias a la apuesta por la calidad, la sostenibilidad y la diversificación de la oferta turística que se ha realizado en la comunidad autónomaTras la visita de Pedro Sánchez a su homólogo chino Xi Jinping , el país asiático anunció la apertura de mercado para la cereza española, aunque, en el sector, defienden que no es, precisamente, un logro del presidente del Gobierno. De hecho, subrayan, se lleva peleando una década para abrir las puertas de China. Ahora, el nuevo protocolo de exportación supone una «oportunidad en un mercado de interés y con mucho potencial», también, para las cerezas y picotas del Jerte. Así lo reconoce la directora general de la Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte, Mónica Tierno , que, sin embargo, rebaja la euforia y pide tener pies de plomo: «Hay que tener prudencia, hay que abordarlo progresivamente a lo largo de los años», defiende.En Extremadura, los cereceros del Jerte ya habían tenido contacto años atrás –y lo seguirán teniendo- con inspectores chinos. Esperan, en los próximos meses, seguir dando pasos y cumplir con los requisitos que exige el protocolo de exportación. Siempre, como defiende Tierno, sin olvidarse del mercado local: «No dejará de haber cereza del Jerte en el Jerte, ni mucho menos». En el caso de Extremadura, se trabaja con todas las grandes superficies a nivel nacional y con mayoristas que nutren a las pequeñas fruterías.Un ojo en China, otro en MarruecosLo cierto es que, en los últimos siete años, la producción de cereza no ha dejado de crecer en toda España. Este año, de hecho, con las lluvias de los últimos meses, se espera que la recogida se retrase y que, consecuentemente, la cosecha sea superior a la del último año. En el caso de la cereza del Jerte, no se puede crecer mucho más, en lo que a hectáreas se refiere. La apuesta es otra. Más en la calidad que en los kilos. Sobre todo, enfocándose en dos aristas: calibre del fruto y el máximo sabor posible. Precisamente, este proceso de extrema delicadeza requiere, inevitablemente, muchas manos: «Necesita mucho mimo, mucha manualidad, no se puede hacer de manera mecánica porque no garantizaría la calidad del producto, hay que recoger la cereza una a una». Habitualmente, la Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte sufre la falta de mano de obra. Por varios motivos. El primero y más evidente es que la campaña de recogida, que es el proceso donde más efectivos se necesitan, es efímera, apenas dura tres meses. Eso complica la competencia con otros cultivos que ofrecen trabajo durante más tiempo. Además de eso, en la zona no hay alternativas habitacionales para dar cobijo a los temporeros. Tanto es así que la agrupación alquila un hotel de la zona para ofrecer techo a quienes sí deciden trabajar en la campaña de la cereza : «Es frustrante para el campo dedicar tanto tiempo en cultivar, en que el producto sea de calidad, para que luego no se pueda recolectar». Este año, con la previsión de que, nuevamente, habría problemas de mano de obra, se han solicitado permisos para contratar mano de obra en origen, lo que ya ha permitido contratar a 79 mujeres de origen marroquí que trabajarán en la central hortofrutícola con otras mil personas. Contra esta situación, la D.OP. está combatiendo con más armas. Principalmente, innovación. De hecho, en los últimos meses, se han certificado tres variedades más de cereza del Jerte, que, lo que buscan, además de la diferenciación, es alargar la propia campaña de recogida.Con todo, hoy, la cereza del Jerte continúa siendo un emblema de la gastronomía extremeña y, además de hecho, un modelo de éxito, capaz de exportar a prácticamente todo el territorio europeo. En el horizonte, la oportunidad de palpar el mercado chino, sin dejar atrás que el principal problema sigue estando en la recogida y en las cerezas, que, pese a su distinguida calidad, se quedan en el árbol.
Fuente ABC