Resulta extraño para los argentinos bien nacidos, patriotas, sentir al país subordinado y dependiente del imperio norteamericano como nunca antes en nuestra historia, cómo si se tratara de una playa de desembarco.
El gobierno ha decidido entregar el honor, la tradición y la historia nacional a cambio de una refinanciación temporal a mediano plazo de la deuda externa, hasta ahora no investigada, y someterse a los dictados del monetarismo y la usura del capital financiero global, manejado por los fondos buitres con sede en Wall Street, cómo Black Rock, vinculado al secretario del Tesoro norteamericano.
El endeudamiento fraudulento por la fuga de los capitales prestados va a ser pagado una vez más con el sacrificio de generaciones de argentinos, con una nueva refinanciación, esta vez con la capitalización de parte de los intereses, de una deuda impagable.
Necesitábamos en verdad, una reprogramación de la deuda y una moratoria, para que la Argentina crezca antes de pagar, después de hablar abonado el año pasado 12.000 millones de dólares a costa del presupuesto nacional.
El ajuste para conseguir superávit que va íntegramente al pago de la deuda se hace principalmente con el sacrificio público de médicos, docentes y jubilados.
Además, el dogma monetarista de los funcionarios de acá y allá nos impuso recientemente una suba de la tasa de interés al 37 por ciento en el Banco Nación, que es letal para la actividad económica las pymes y productores del Interior.
Como hemos dicho tantas veces antes, es una política que solo favorece la especulación financiera y hace rodar la deuda, sin ningún programa para la actividad productiva nacional.
El precio que nos hace pagar el imperio también es el monopolio, dado que nos presionan y obligan a cerrar el mercado con China, uno de nuestros principales compradores y financiadores.Además del pago de aranceles en las fronteras del imperio.
Alertamos una vez más a los argentinos sobre las consecuencias trágicas de esta política de entrega y sumisión, con la pérdida de empleos y el desplome ininterrumpido del consumo. ¡Sepa el pueblo votar!
Este artículo se publicó primero en Mendoza Today.
Fuente Mendoza Today