En estos momentos, la oposición se encuentra revisando los “cajones” con las facturas de gastos e inversiones realizadas por el ejecutivo durante el año 2024. Esta situación se repite anualmente, evidenciando la astucia “peronista” de limitar el tiempo destinado a la revisión de las cuentas públicas. Este año, el proceso se ha reducido a dos semanas, con solo tres días de trabajo por semana (incluyendo un feriado), y cuatro horas diarias. Este escaso tiempo resulta insuficiente para abrir la proverbial caja de Pandora y descubrir la “aguja en el pajar” que representa la sobrefacturación de bienes y servicios en la rendición de cuentas, estimada en la asombrosa cifra de 300.000.000.000 de pesos.

Adjunto a este análisis, se presenta únicamente una muestra de los ejemplos de este derroche discrecional, que se origina en la mente de la “arquitecta egipcia” Mariel Fernández, quien busca ser recordada como la intendenta que dejó grandes obras y edificios públicos de cuestionable utilidad.
La mayoría automática que aún controla el Concejo Deliberante le garantizará una vez más la impunidad, con la complicidad del Tribunal de Cuentas de la ciudad de La Plata, liderado por el kicillofista Federico Thea. Las consecuencias más severas para la señora Intendente no llegarán en este momento; se manifestarán más adelante, cuando ella, su familia y su séquito hayan abandonado el poder… Moreno, es lo que hay