Buenos Aires, 29 de abril de 2025-Total News Agency-TNA- La Cámara de Diputados de la Nación logró abrir su recinto con el respaldo de 129 legisladores de bloques opositores, con el objetivo central de interpelar al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en relación con la promoción de la criptomoneda $LIBRA, vinculada al presidente Javier Milei y bajo investigación judicial por presunta estafa a nivel nacional e internacional.
La sesión, sin embargo, experimentó un retraso inicial debido a la falta de acuerdo entre los bloques respecto al procedimiento a seguir ante la ausencia de los ministros Mariano Cúneo Libarona (Justicia) y Luis Caputo (Economía), quienes también habían sido citados para brindar explicaciones.
El quórum necesario fue aportado por las bancadas promotoras de la interpelación: Unión por la Patria (UP), Democracia para Siempre, Encuentro Federal (EF), la Coalición Cívica (CC) y los bloques de izquierda. La Unión Cívica Radical (UCR), liderada por Rodrigo de Loredo, solo contó con la presencia del diputado Julio Cobos. Notoria fue la ausencia de representantes de La Libertad Avanza, Pro e Innovación Federal.
De los cuatro funcionarios convocados, únicamente Guillermo Francos se presentó ante el cuerpo legislativo. Roberto Silva, titular de la Comisión Nacional de Valores (CNV), justificó su inasistencia basándose en el argumento implícito de que la Constitución Nacional solo impone la obligación de concurrir a los ministros.
El ministro de Economía, Luis Caputo, una de las figuras más requeridas por la oposición en el Congreso, ha evitado comparecer desde el inicio de la gestión. Mediante una nota, argumentó que el Ministerio a su cargo “no ha tenido vinculación alguna con las cuestiones relativas al criptoactivo $LIBRA ni posee información acerca de aquellas”, aunque manifestó su disposición a responder por escrito.
Por su parte, el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, quien había considerado asistir, descartó su presencia a última hora del lunes. Cercanos al presidente de la Cámara, Martín Menem, indicaron que una explicación “puramente jurídica” podría entrar en conflicto con su rol ministerial, un motivo similar al esgrimido cuando el asesor Santiago Caputo interrumpió una entrevista presidencial en la que se abordaba el tema $LIBRA. Cúneo Libarona también remitió una comunicación escrita a la Cámara, citando “compromisos urgentes asumidos previamente” e informando que su cartera ya remitió toda la información sobre $LIBRA a la Justicia, poniéndose a disposición para responder por escrito.
Francos estuvo acompañado tras bambalinas por funcionarios como María Ibarzábal Murphy, secretaria Legal y Técnica, Sebastián Amerio, secretario de Justicia, y Lisandro Catalán, número dos de la Jefatura de Gabinete, quienes colaboraron en la preparación de respuestas.
El esquema de la sesión, acordado en labor parlamentaria, prevé una duración estimada de diez horas. Francos dispondrá de hasta 90 minutos para una exposición inicial. Posteriormente, los bloques impulsores compartirán un tiempo equivalente para formular preguntas directas, aunque se debatió inicialmente si las respuestas serían inmediatas o agrupadas. La tercera etapa abrirá el turno de preguntas al resto de las bancadas, con tiempo distribuido proporcionalmente a su tamaño. Se anticipan cortes cada siete o diez preguntas para que el funcionario responda, replicando el formato tradicional de las interpelaciones al jefe de Gabinete. Legisladores experimentados expresaron su resignación ante la posibilidad de que Francos se remita a respuestas previas, convirtiendo la interpelación en un potencial “juego de resistencia”.
La oposición planea reservar los cierres para sus referentes o jefes de bloque, buscando capitalizar las respuestas o silencios del funcionario. Esta sesión servirá como antesala a la formalización de la comisión investigadora sobre el caso $LIBRA, prevista para el día siguiente a las 10:00 horas. Los diputados de Democracia Federal evalúan proponer en la sesión una modificación en la cantidad de integrantes de dicha comisión para intentar evitar un potencial empate en su conformación.
Esta comparecencia forzada representa la primera vez que el Gobierno debe brindar explicaciones formales ante el Congreso sobre un escándalo que involucra directamente a la cúpula del poder ejecutivo. Además, constituye una prueba interna para los bloques opositores, que buscan evitar errores que diluyan el impacto político de la jornada.