La Plata, 18 de mayo de 2025 – Total News Agency-TNA-La reciente reorganización de la Unión Cívica Radical (UCR) bonaerense dejó a Maximiliano Abad fuera de toda estructura de poder interna, despojándolo de la legitimidad para negociar en nombre del partido. El acuerdo entre las líneas internas “Adelante” y “Futuro”, surgido tras las elecciones internas del pasado octubre, implicó un modelo de conducción compartida que, en los hechos, clausura cualquier margen de maniobra para pactos individuales bajo el sello partidario.
Abad, ex presidente del Comité Provincia y figura históricamente alineada con Patricia Bullrich —actual ministra de Seguridad y afiliada a La Libertad Avanza—, deberá actuar en adelante bajo título estrictamente personal si desea continuar su carrera política dentro del esquema libertario. Su figura ha quedado reducida a la de un actor sin respaldo institucional, acompañado por un grupo de aliados que intentarían filtrarse en las listas electorales violetas, sin autorización ni acompañamiento formal del radicalismo.
Según un artículo publicado por el sitio RealPolitik, esta movida no solo lo aleja de la UCR, sino que podría acarrear consecuencias disciplinarias. Las cláusulas del nuevo pacto de conducción radical estipulan que toda decisión político-electoral debe surgir por consenso entre las corrientes internas. De confirmarse un acuerdo unilateral de Abad con La Libertad Avanza, la maniobra podría ser considerada un acto de inconducta partidaria, pasible de sanción e incluso expulsión.
Fuentes cercanas al radicalismo también mencionan al exintendente de Trenque Lauquen, Miguel Fernández, como parte de esta estrategia personalista. Fernández estaría buscando un lugar en la lista de candidatos a senadores provinciales por la cuarta sección electoral, lo que ratifica el intento de crear un atajo político que desdibuja la identidad partidaria.
Estas operaciones, en apariencia de “entendimientos informales”, buscan simular la construcción de un frente de centroderecha ampliado entre el PRO y La Libertad Avanza. Sin embargo, desde la línea “Futuro” de la UCR ya adelantaron que no permitirán que se presente públicamente un acuerdo político inexistente. “Se mostrará la documentación del pacto interno y se advertirá a la sociedad sobre las maniobras individualistas”, afirmaron voceros de la corriente, que reprodujo RealPolitik.
Un giro que abre la caja de Pandora de la pospandemia política
La situación pone en evidencia una problemática más profunda: la fragilidad institucional de los partidos tradicionales en tiempos de disrupción política acelerada, donde la personalización del poder y el uso de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial en campañas electorales, desplazan las reglas tradicionales del juego democrático. Tal como lo advirtió recientemente el expresidente Mauricio Macri, al denunciar la falsificación digital de su imagen, “estamos abriendo la caja de Pandora de la pandemia política y tecnológica que amenaza con vaciar de contenido a nuestras instituciones”.
Abad, hoy fuera del aparato oficial de la UCR, representa ese fenómeno emergente: dirigentes tradicionales que migran hacia estructuras más líquidas, sin consenso partidario, y que terminan siendo absorbidos por la lógica verticalista y disruptiva del oficialismo libertario.
En este contexto, el valor simbólico que Abad pueda aportar a La Libertad Avanza es incierto. Más aún si se confirma que su integración no será como referente radical, sino como un extrapartidario que actúa sin red ni respaldo. La apuesta es riesgosa: un camino personal que puede terminar en aislamiento político o, en el mejor de los casos, en una fugaz sobrevivencia electoral sin identidad partidaria.
TNA