La Plata, 29 de mayo de 2025 – Total News Agency-TNA--En un contexto de creciente incertidumbre electoral y disputas internas dentro del peronismo bonaerense, el gobernador Axel Kicillof apuró esta semana el nombramiento de 131 jueces y fiscales en la provincia de Buenos Aires. La jugada política estaría orientada como un intento por blindar su gestión con figuras afines en el Poder Judicial, ante la posibilidad cada vez más concreta de una derrota en las elecciones legislativas de septiembre. Hace mas de 20 años que el peronismo na gana una elección intermedia legislativa.
La aprobación exprés de los pliegos se concretó este miércoles en el Senado bonaerense, donde fueron avaladas designaciones clave en tribunales de Casación, cámaras penales y juzgados del fuero Civil, Comercial, Laboral y Contencioso. Aunque algunas vacantes también fueron cubiertas con avales del radicalismo y el PRO, la mayoría de los nombramientos llegaron impulsados por sectores del peronismo alineados con el kirchnerismo. La sesión se realizó tras meses de trabas provocadas por disputas internas en el oficialismo, que retrasaron el tratamiento de estos expedientes desde fines de 2024.
El paquete aprobado incluye figuras polémicas y con vínculos políticos visibles, como la fiscal Sabrina Cladera, cercana a La Cámpora y cuestionada por su accionar en un resonante caso de inseguridad en La Plata, o María Ventura Martínez, sobrina del intendente Julio Alak, designada en un tribunal contencioso que trata demandas contra el Estado provincial. También se avanzó con nombramientos ligados al ex ministro Sergio Massa y al ex intendente Martín Insaurralde, consolidando una red de influencia transversal en los 18 departamentos judiciales de la provincia.
El gobernador deberá ahora firmar los decretos para poner en funciones a los nuevos magistrados. La oposición denunció que el procedimiento fue utilizado como un “cerrojo judicial preventivo” de cara a las próximas elecciones, donde el oficialismo podría quedar en minoría en la Legislatura. Una eventual pérdida de poder legislativo podría abrir la puerta a investigaciones sobre la gestión provincial, por lo que la designación de jueces afines aparece como una medida de autodefensa institucional.
La urgencia de Kicillof se explica también en el clima de alarma electoral. Tanto desde su entorno como desde el ala que responde a Cristina Kirchner admiten que el peronismo enfrenta serias dificultades para imponerse en los comicios de medio término. La histórica tendencia negativa del oficialismo en elecciones legislativas —que no gana desde 2005— se combina ahora con un escenario adverso alimentado por divisiones internas, baja participación electoral y el fortalecimiento de la oposición libertaria.
“Si gana esta elección Milei en la provincia, vamos a tener mayoría de ellos en la Legislatura, y me van a frenar el presupuesto, todo. No es una amenaza: donde gobiernan ellos, funciona así”, alertó el mandatario provincial en un acto reciente. En ese contexto, el control de resortes clave del Poder Judicial aparece como una herramienta vital para sostener su proyecto político, incluso en una eventual retirada.
La avanzada judicial de Kicillof ocurre mientras siguen en suspenso otros temas sensibles, como la posible reelección indefinida de legisladores e intendentes o el endeudamiento provincial, que quedaron fuera de la agenda legislativa ante la falta de consensos internos. El gobernador se prepara para encabezar este sábado un masivo plenario en La Plata, donde intentará mostrar fuerza y cohesión política en un momento crítico para su espacio.