Concordia, 2 de junio de 2025 – Total News Agency-TNA–Médicos del Sanatorio Garat de Concordia aseguran que el laboratorio HLB Pharma, actualmente bajo investigación por la distribución de fentanilo contaminado que provocó al menos 34 muertes, ya había sido denunciado en 2023 por un episodio similar con dexametasona. Según informaron, en ese momento detectaron un brote infeccioso vinculado a una bacteria poco frecuente presente en ampollas del medicamento sin abrir, lo que sugería una contaminación de origen industrial.
La infectóloga Florencia Prieto, una de las profesionales que encabezó la denuncia, relató que el caso fue documentado y comunicado a las autoridades correspondientes tras identificar infecciones inusuales en pacientes del sanatorio. “Encontramos la misma bacteria que ahora está afectando a pacientes vinculados con el fentanilo. Estaba dentro de ampollas cerradas, lo que indicaba claramente un problema en la fabricación”, explicó Prieto al medio Despertar Entrerriano.
En aquel momento, las autoridades sanitarias ordenaron el retiro preventivo del lote sospechado. No obstante, según la médica, la respuesta oficial fue que el producto no presentaba fallas. “Nos dieron una negativa. La sensación fue que la denuncia no fue tomada en serio por provenir del interior del país, de una ciudad chica como Concordia”, expresó.
Hoy, a más de un año del episodio, la situación se repite con consecuencias dramáticas. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) investiga a HLB Pharma y al laboratorio Ramallo por la contaminación de varias partidas de fentanilo, un potente analgésico utilizado en contextos hospitalarios. La sustancia fue distribuida en distintos centros de salud del país y estaría vinculada con la muerte de al menos 34 personas.
El antecedente denunciado desde Concordia abre interrogantes sobre el control y la trazabilidad de los medicamentos en el país, y expone posibles fallas en el sistema de vigilancia sanitaria. El caso refuerza las críticas hacia la falta de respuestas oportunas ante alertas emitidas desde instituciones médicas del interior, muchas veces relegadas frente a grandes centros urbanos.
La investigación judicial por el fentanilo contaminado sigue en curso y no se descarta que se amplíe el número de laboratorios y funcionarios implicados en la cadena de responsabilidad. Mientras tanto, crece la preocupación entre profesionales de la salud por la seguridad de los insumos médicos que se utilizan a diario en hospitales y clínicas de todo el país.