Kiev, 3 de junio de 2025 – Total News Agency-TNA–El 1 de junio de 2025, Ucrania llevó a cabo la “Operación Telaraña”, una ofensiva encubierta que resultó en la destrucción de 41 aeronaves estratégicas rusas, incluyendo bombarderos capaces de portar armas nucleares. La operación, planificada durante 18 meses por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SSU), involucró la infiltración de 117 drones explosivos en territorio ruso, ocultos en camiones comerciales. Estos drones fueron activados remotamente para atacar simultáneamente cinco bases aéreas rusas: Bélaya (Irkutsk), Diáguilevo (Riazán), Ivánovo Séverny (Ivánovo), Olenya (Murmansk) y Ukrainka (Amur).
Los drones, programados con inteligencia artificial, fueron transportados por conductores rusos que desconocían la verdadera naturaleza de su carga. Durante el trayecto, los conductores recibieron instrucciones específicas sobre dónde y cuándo detenerse, facilitando el lanzamiento de los drones hacia sus objetivos. Entre las aeronaves destruidas se encuentran modelos estratégicos como los Tu-95 y Tu-22M, así como un avión de control A-50. Uno de los conductores declaro que habiendo estacionado en una gasolinera observo como desde el remolque salía un enjambre de drones. Según el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, esta operación eliminó aproximadamente un tercio de los portamisiles de crucero estratégicos rusos, debilitando significativamente el poder aéreo de Moscú .
El impacto económico de la operación es considerable, con daños estimados en hasta 7.000 millones de dólares. Expertos militares han comparado la “Operación Telaraña” con el ataque a Pearl Harbor, destacando su audacia y efectividad. Además, se ha señalado que la operación podría obligar a Rusia a redistribuir y reforzar sus sistemas de defensa aérea debido a las vulnerabilidades expuestas por el alcance y la precisión de los drones ucranianos .
El Ministerio de Defensa ruso confirmó ataques en varias regiones y ha iniciado una investigación al respecto. Mientras tanto, las autoridades ucranianas han asegurado que sus agentes colaboradores fueron retirados del territorio ruso antes del ataque para garantizar su seguridad .
La “Operación Telaraña” marca un punto de inflexión en el conflicto, demostrando la capacidad de Ucrania para llevar a cabo operaciones complejas y de largo alcance en territorio ruso, y debilitando significativamente la capacidad estratégica de la aviación rusa, además de minar la confianza de sus efectivos militares y ciudadanos.