Buenos Aires, 12 de junio de 2025 – Total News Agency-TNA-Cinco piquetes coordinados en los principales accesos a la ciudad de Buenos Aires generaron este jueves un fuerte caos vehicular y reavivaron la tensión política tras la confirmación de la condena a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Aunque los reclamos se presentan como espontáneos, la simultaneidad y despliegue logístico de las protestas abren interrogantes sobre su organización, los recursos involucrados y quién financia estas acciones que implican elevados costos operativos.
Desde el mediodía, grupos vinculados a movimientos sociales y organizaciones afines al kirchnerismo comenzaron a bloquear el tránsito en la Autopista Buenos Aires-La Plata, el Acceso Oeste, la autopista Panamericana, la Ruta 197 y el Cruce Varela. En paralelo, otros sectores se congregaron frente al domicilio de la exmandataria en Constitución y llamaron a una vigilia frente a los Tribunales, donde se espera un acampe nocturno impulsado por agrupaciones como La Cámpora, Patria Grande y distintos sindicatos.

La protesta fue motivada por el reciente fallo de la Corte Suprema, que ratificó la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos contra Fernández de Kirchner por la causa Vialidad. A pesar de su contundencia, la resolución judicial desató una contraofensiva política en las calles, con un operativo de movilización de gran escala.

Las imágenes de gomas incendiadas sobre el asfalto, piquetes totales y enfrentamientos con las fuerzas federales, que incluso desplegaron camiones hidrantes, se repitieron a lo largo del día. En algunos puntos, como el Acceso Oeste y la Buenos Aires-La Plata, la tensión escaló rápidamente y dejó al tránsito completamente paralizado.
Aunque algunos manifestantes lograron acuerdos parciales con las fuerzas de seguridad para liberar un carril en ciertos accesos, la simultaneidad de los bloqueos —en franjas horarias casi idénticas— y su coordinación milimétrica despiertan inquietudes en diversos sectores. ¿Quién organiza este tipo de despliegue? ¿De dónde proviene el financiamiento para movilizar militantes, alquilar transporte, preparar infraestructura para acampes y sostener protestas en múltiples puntos por tiempo indefinido?
Estas preguntas cobran especial relevancia en un contexto económico delicado, donde el gasto en logística, transporte y provisiones no es menor y no suele ser espontáneo.
Además, las manifestaciones en rutas nacionales obligaron al refuerzo de la presencia de Prefectura, Gendarmería y Policía Federal, lo que también significó un despliegue estatal adicional para controlar disturbios y evitar un desborde mayor.
La protesta también tuvo impacto en la Ciudad de Buenos Aires. A partir de las 18, columnas de militantes comenzaron a llegar a la Plaza Lavalle, frente al Palacio de Tribunales, donde se inició una vigilia con carpas y actividades de apoyo a la exmandataria, en rechazo al fallo judicial. Allí, referentes políticos y gremiales brindaron discursos en defensa de Cristina Kirchner, a la espera de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos intervenga a su favor.
Mientras tanto, en varios accesos al conurbano bonaerense, los bloqueos continuaban bien entrada la tarde, con diversos niveles de violencia y un creciente malestar entre automovilistas y transportistas que quedaron varados.
El trasfondo de las protestas parece trascender lo judicial para instalar una pulseada política de alta intensidad, donde la presión callejera y la victimización buscan contrapesar el revés institucional que representa la condena. En este escenario, el rol de los organizadores, la transparencia en los fondos utilizados y los límites entre la protesta legítima y la extorsión al sistema democrático volverán a estar en el centro del debate público.
TNA