Bogotá, 12 de junio–Total News Agency-TNA–-El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció que solicitará la colaboración del FBI y la CIA para identificar al autor intelectual del atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, quien permanece en estado crítico tras ser baleado el pasado 7 de junio. La decisión fue revelada durante una entrevista con CNN, donde el mandatario aseguró que el ataque podría estar vinculado a redes criminales internacionales.
Petro señaló que la pistola utilizada en el ataque, una Glock 9 mm, fue adquirida en 2020 en el estado de Arizona, Estados Unidos, y que posteriormente habría pasado por Florida antes de llegar a Colombia. Para el presidente, esto sugiere conexiones mafiosas más allá del territorio nacional. “Este tipo de asesinos tiene relaciones dentro de Estados Unidos de tipo mafioso”, declaró.
El jefe de Estado afirmó que existen varias líneas de investigación abiertas y que el atacante sería un menor de 15 años, presuntamente reclutado por organizaciones vinculadas al narcotráfico. “Sabemos que el niño dijo que lo querían matar, y que fue un jefe narco local el que le dio la orden”, detalló Petro.
En paralelo, el abogado de Uribe Turbay, Víctor Mosquera Marín, responsabilizó al Estado colombiano por no garantizar la seguridad del senador. También criticó que el propio presidente esté divulgando versiones que, según él, entorpecen las pesquisas judiciales.
El atentado ocurre en un momento de alta tensión institucional. Días atrás, Petro firmó un decreto para convocar a una consulta popular sobre sus reformas sociales, pese a que esta fue rechazada previamente por el Senado. El mandatario sostiene que actuó dentro del marco legal y elevó el decreto a la Corte Constitucional. Sin embargo, el presidente del Senado, Efraín Cepeda, lo acusó de violar la Carta Magna.
Petro advirtió que si la Corte rechaza la consulta, se iniciará una campaña para reunir ocho millones de firmas y presentar la propuesta por vía ciudadana. Y si eso también fracasa, propuso una Asamblea Constituyente como último recurso. “Si se burlan del pueblo, el pueblo se expresará en elecciones”, sostuvo.
Por otra parte, Petro desmintió las acusaciones sobre supuestos problemas de drogadicción que circularon en medios y redes. “No soy drogadicto, si lo fuera no podría gobernar”, afirmó. Según el mandatario, estos rumores forman parte de una operación de desprestigio en su contra, sin fundamentos ni pruebas.
El intento de magnicidio, la creciente polarización política y el desafío institucional planteado por la consulta popular configuran un escenario crítico para el último año del mandato de Petro, que enfrenta presiones internas y externas en medio de una creciente desconfianza en los canales formales de la democracia colombiana.