Buenos Aires, 18 de junio de 2025 – Total News Agency‑TNA–Desde su prisión domiciliaria en Constitución, bajo régimen de prisión domiciliaria y portando tobillera electrónica, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner envió un mensaje a la militancia concentrada en Plaza de Mayo, donde “La Cámpora” encabezó hoy una marcha de respaldo en reclamo de “poner fin al lawfare” y profundizar la grieta ante la condena por la causa Vialidad.
En un audio difundido a los presentes, Cristina criticó el impedimento judicial para salir a saludar desde el balcón y afirmó con ironía: “Dios, qué cachivaches que son”, al referirse a la prohibición impuesta por el Tribunal. Agradeció expresamente a los miles de militantes que ocuparon la Plaza, enfatizando: “Los escuché cantar ‘vamos a volver’. Eso demuestra una voluntad clara de recuperar un país con trabajo, jubilaciones y dignidad.”
En su alocución, la expresidenta fustigó también al modelo económico del gobierno de Javier Milei, señalando que “se cae: es injusto e insostenible”. Luego arengó a sus seguidores: “Vamos a volver con más fuerza y unidad. Tenemos algo que ellos jamás van a tener: pueblo, memoria y patria.”
Movilización y fuerte operativo de seguridad
La vigilia comenzó anoche en Constitución, con concentraciones desde temprano en diversos puntos de la Ciudad. La Policía Federal y la Policía de la Ciudad montaron controles en las terminales y autopistas de ingreso, inspeccionando micros y vehículos para evitar posibles desbordes. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, justificó el operativo como una medida preventiva destinada a “evitar que esto se convierta en algo que no querrá nadie” y resaltó que “hay un 75% de la población que no coincide con esta movilización y merece transitar sin inconvenientes”.
La Cámpora en primera línea y la CGT ausente
La movilización fue liderada por La Cámpora y organizaciones vinculadas al kirchnerismo, como el PJ, Patria Grande, Nuevo Encuentro, y partidos de izquierda. En cambio la CGT finalmente optó por la abstención institucional. Si bien dejó “libertad de acción” a los gremios, altos dirigentes como Daer y Moyano no participaron, evidenciando la creciente distancia entre el sindicalismo tradicional y el kirchnerismo activo. La tensión interna sindical, manifestada en protestas previas y documentos críticos, se hizo evidente en su decisión de no sumarse.
Cristina, vulnerabilidad y estrategia política
A sus 72 años, Cristina cumple la condena mediante arresto domiciliario en el edificio de San José al 1111. Debe portar tobillera electrónica y respetar límites de movimiento. El tribunal justifica la medida apuntando a separar funciones: la custodia garantiza su integridad, mientras que la tobillera sirve para fiscalizar el cumplimiento de la pena. La prohibición de las apariciones públicas desde el balcón y la prohibición de reuniones ruidosas apunta a preservar la convivencia del entorno y la tranquilidad barrial.
Desafío institucional y riesgo de escalada
La masiva movilización de este miércoles —cancelada Comodoro Py y reubicada en Plaza de Mayo— ratifica la capacidad de convocatoria de Cristina desde su encierro y plantea un desafío directo al poder judicial y al gobierno. La tensión política persiste: mientras el peronismo marchaba, vigilias y actos continuos impulsados por el kirchnerismo lo avivan desde la Casa Rosada y desde redes sociales. Además, el operativo de seguridad con cercos perimetrales y controles minuciosos anticipa esfuerzos estatales para evitar episodios de violencia o intromisión indebida en espacios públicos.
Este escenario muestra cómo Cristina Kirchner vuelve a colocar su figura en el centro del debate político, aun desde el encierro. Su mensaje remarcó un elemento clave: la combinación de confrontación partidaria, liderazgo militante y control estratégico cuestiona la solidez institucional del país. La fractura interna en la CGT y la movilización ferviente de La Cámpora marcan un punto crítico en el actual clima de polarización y posibles nuevas demandas judiciales o políticas.