Buenos Aires, 20 de junio de 2025 – Total News Agency-TNA-En medio de crecientes manifestaciones kirchneristas en el barrio porteño de Constitución, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner continúa sin acatar plenamente las condiciones de su arresto domiciliario, según lo dispuesto por el Tribunal Oral Federal N°2 (TOF 2), que había advertido sobre la necesidad de mantener la paz vecinal y evitar aglomeraciones. Mientras tanto, un fuerte operativo de seguridad, con vallado perimetral y presencia policial, se consolidó en torno al edificio donde cumple su condena, dejando desprotegidos a los residentes de la zona.

Este jueves por la tarde, tras la colocación formal de la tobillera electrónica en el domicilio de San José 1111, Cristina Kirchner salió reiteradamente al balcón de su departamento, saludando y animando a militantes que se congregaron a instancias de la Intendente Mayra Mendoza en la vía pública. Estas acciones, que fueron documentadas por la prensa y vecinos, contradicen la resolución del TOF 2, que instó a la exmandataria a ejercer “criterio, prudencia y sentido común” en el uso de los espacios del inmueble, en particular el balcón, para evitar “perturbar la tranquilidad del vecindario”.

Las escenas de cánticos, bombos y permanencia prolongada de militantes, sumadas al discurso grabado de Cristina Kirchner difundido durante la movilización en Plaza de Mayo, motivaron llamados de atención por parte del Poder Judicial. En paralelo, fuentes del Ministerio de Seguridad indicaron que el vallado que rodea el edificio no tiene como objetivo limitar la circulación vecinal sino proteger a la expresidenta; sin embargo, los propios vecinos denunciaron haber quedado encerrados entre rejas y expuestos al hostigamiento de manifestantes. La ex Presidente no solo sigue con la custodia policial de siempre, sino que ahora hay mas efectivos en las inmediaciones de su domicilio, ocasionando mas gastos al estado.

El vallado fue dispuesto por la Policía Federal Argentina en coordinación con la Policía de la Ciudad y ocupa un perímetro de varias cuadras. El operativo, que comenzó con la remoción de estructuras militantes como gazebos, pancartas y puestos de alimentos, incluyó el despliegue de más de 160 agentes para evitar desbordes. A pesar de ello, se registraron escenas de tensión, gritos desde terrazas y vecinos que exigieron que los militantes respeten el descanso y el acceso a sus propiedades.

La situación tomó mayor gravedad luego de que se confirmara que la colocación de la tobillera electrónica –que marca el inicio del cumplimiento efectivo de la condena por administración fraudulenta– quedó operativa el mismo día en que la expresidenta optó por realizar múltiples apariciones públicas desde el balcón, en un claro acto de desafío simbólico a las restricciones impuestas.

El TOF 2 había recordado que, aunque no se impidió formalmente el uso del balcón, el arresto domiciliario tiene como regla específica “abstenerse de adoptar comportamientos que puedan perturbar la tranquilidad del vecindario o alterar la convivencia pacífica de sus habitantes”. Bajo esa lógica, el uso político del balcón y la convocatoria de seguidores, como ocurrió en las últimas 48 horas, se consideran incompatibles con el espíritu de la condena. La condena prohíbe a la rea la actuación política de por vida.

En tanto, el Servicio Penitenciario Federal y la Dirección de Asistencia de Personas bajo Vigilancia Electrónica informaron que el sistema de control instalado en el departamento cuenta con sensores de radiofrecuencia y teléfonos móviles de verificación. Cualquier violación del perímetro autorizado o interferencia con el sistema activaría una alerta inmediata y podría derivar en sanciones.

Fuentes judiciales no descartan que en los próximos días se eleve un informe al TOF 2 para evaluar el comportamiento de la expresidenta y determinar si corresponde una advertencia formal o incluso una revisión del beneficio concedido. La condena de seis años de prisión por corrupción se extiende hasta el 16 de junio de 2031.

En este contexto, y con las tensiones en aumento en las inmediaciones del domicilio de Fernández de Kirchner, la atención está puesta ahora en si la justicia aplicará correctivos frente al incumplimiento parcial de las condiciones de su arresto. Mientras tanto, los vecinos de Constitución continúan atrapados entre el cerco de seguridad y la persistente movilización partidaria, sin garantías plenas para su seguridad y vida cotidiana.
Las vallas fueron colocadas por una decisión conjunta entre el Ministerio de Seguridad de la Nación y el de la Capital. Se ubicaron apenas arrancó la mañana de este viernes.
También desde temprano, la Policía Federal Argentina (PFA) tiene una consigna de efectivos en la puerta de la casa de la expresidenta y otra a 100 metros del lugar, confirmó este medio.
En el arranque del viernes apareció el cordón de efectivos con sus escudos, parados en el ingreso al domicilio, donde los manifestantes dejaron en estos últimos días una gran cantidad de cartas y pegatinas para la expresidenta. Además, estacionaron camionetas de la PFA en la intersección de San José y Humberto Primo.
Pero no fue solo eso. En tándem con las fuerzas federales actúan las de la ciudad de Buenos Aires, que también participan de este operativo.
Por la noche, antes de que se desplegaran los agentes, personal de Espacio Público del gobierno porteño realizó tareas de orden y limpieza en la zona, mientras todavía había militantes en vigilia en la calle. Retiraron ocho gazebos, mesas para servir comida, sillas, banquetas, y seis parrillas.
Tras eso fue que se dispuso el operativo de manera permanente con el fin de mantener la zona en “buenas condiciones de orden y limpieza las 24 horas”, en base a lo que explicaron desde la administración de la Capital.
Para eso se realizarán tres repasos diarios con 20 barrenderos e hidrolavado de calles, veredas y paredes en el lugar. Asimismo, desde la Ciudad dijeron que buscarán evitar la interrupción del tránsito con ocupaciones permanentes de personas en la calle y el despliegue de puestos de venta.
En términos de seguridad, la Policía porteña reforzó los patrullajes en la zona y se implementó una vigilancia de 24 horas a través del Centro de Monitoreo.
A 100 metros, además de la PFA hay una cápsula de la Dirección General de Seguridad Privada y Custodia de Bienes y, a 300 metros a la redonda, policías destinados a la seguridad del barrio.
Recorre la zona el móvil de la Comisaría Comunal 1, que tiene injerencia en esa parte de la Capital. “Pasa a cada hora por la esquina”, detallaron.