Buenos Aires, 21 de junio de 2025 – Total News Agency-TNA--La fractura entre Hugo Moyano y su hijo Pablo, figuras centrales del gremio de Camioneros, atraviesa uno de sus puntos más críticos desde la renuncia del “animal” (así le dicen a Pablo Moyano) a la conducción de la CGT en noviembre del año pasado. Sin diálogo ni señales de recomposición, padre e hijo mantienen agendas paralelas y posiciones cada vez más distantes, tanto en el terreno gremial como en el político.
La reciente visita de Pablo Moyano a la residencia de Cristina Fernández de Kirchner en San José 1111, en el marco de su prisión domiciliaria, expuso públicamente esa grieta. Mientras Pablo se alineó con la expresidenta y reclamó unidad en el PJ para enfrentar a Javier Milei, su padre optó por el silencio y evitó cualquier gesto que lo vincule al respaldo a la líder kirchnerista condenada por corrupción en la causa Vialidad.
La ruptura tomó forma institucional cuando Pablo presentó su renuncia a la secretaría general de la CGT sin aviso previo, a través de un comunicado difundido en medios. Según fuentes gremiales, el dirigente se marchó “cansado de no ser escuchado” en su reclamo por un paro general contra el Gobierno. Desde entonces, el vínculo con su padre quedó congelado.
Hugo Moyano reaccionó con dureza. No solo criticó a su hijo puertas adentro de la central obrera, sino que maniobró para consolidar su dominio en el sindicato. Impulsó como reemplazo de Pablo a Octavio Argüello, dirigente afín a su conducción, y logró retener el apoyo de los sectores internos que históricamente le responden. En paralelo, familiares cercanos al exjefe de la CGT —como Facundo, Huguito y Jerónimo— se alinearon con el patriarca sindical, marginando aún más al dirigente camionero.
Algunos allegados sostienen que el conflicto trasciende lo gremial y responde a disputas por la herencia del líder camionero, aunque otras voces aseguran que el distanciamiento no es definitivo. Hugo Moyano ha expresado en privado cierto pesar por los roces con su hijo, mientras que Pablo mantiene una actitud respetuosa hacia su padre, aunque sin ceder en sus posturas.
Desde su rol actual como principal referente del club Camioneros, en la Primera C, Pablo Moyano continúa vinculado al activismo político y gremial. En declaraciones recientes, insistió en la necesidad de unificar al peronismo frente al oficialismo nacional. “Hay que dejar las diferencias internas de lado para derrotar a esta derecha que tanto daño está haciendo. Los vamos a enfrentar en la calle y en las urnas. El 70% del pueblo la está pasando mal”, afirmó.
El conflicto interno también impacta en la dinámica de la CGT, donde las tensiones por la actitud frente a la situación judicial de Cristina Kirchner generaron fuertes cruces entre sectores. La central obrera, que evitó pronunciarse institucionalmente por la condena a la expresidenta, vive una etapa de reconfiguración en la que los viejos equilibrios parecen haberse resquebrajado.