Washington, 27 de junio de 2025 – Total News Agency-TNA-Una operación coordinada a nivel nacional liderada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) resultó en la detención de once ciudadanos iraníes durante el fin de semana, entre ellos varios con vínculos directos con organizaciones terroristas, incluido un veterano de la Guardia Revolucionaria Islámica y un francotirador del ejército iraní. Todos los detenidos estaban en situación migratoria irregular o tenían órdenes previas de deportación, y algunos enfrentan además cargos penales graves.
La detención de mayor perfil se produjo en St. Paul, Minnesota, donde fue arrestado Mehran Makari Saheli, de 56 años, un ex miembro del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica con lazos reconocidos con Hezbollah. Saheli ya había sido condenado por tenencia ilegal de arma de fuego en Minneapolis y había recibido una orden de deportación en 2022, la cual nunca se ejecutó hasta ahora. ICE confirmó que permanecía en territorio estadounidense de manera ilegal desde entonces.
En otra operación, desarrollada en Alabama, los agentes federales capturaron a Ribvar Karimi, identificado como ex francotirador del ejército iraní entre 2018 y 2021. Karimi ingresó a Estados Unidos en octubre de 2024 con una visa K-1 (para prometidos) pero no ajustó su estatus como lo exige la ley migratoria. Al momento de su arresto, portaba una credencial oficial del Ejército de la República Islámica de Irán.
En Tempe, Arizona, agentes de ICE detuvieron a Mehrzad Asadi Eidivand, quien enfrentará cargos por posesión ilegal de arma de fuego siendo extranjero. En la misma residencia se arrestó a Linet Vartanian, ciudadana estadounidense que amenazó con abrir fuego contra los agentes. Según el reporte oficial, Vartanian declaró a los funcionarios que “saldría y les dispararía en la cabeza”, obligando a los agentes a reforzar su protocolo de actuación.
Otro caso relevante se produjo en Houston, Texas, donde fue arrestado Behzad Sepehrian Bahary Nejad, en posesión de una pistola cargada calibre 9 mm y con una orden final de expulsión en curso. Bahary Nejad tenía antecedentes de violencia doméstica y su esposa contaba con una orden de restricción en su contra, alegando amenazas directas a ella y su familia, tanto en EE. UU. como en Irán.
Según indicó la subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Tricia McLaughlin, estos operativos forman parte de una estrategia más amplia de la administración Trump para identificar y neutralizar amenazas internas. “Bajo la secretaria Noem, el DHS ha estado a toda velocidad en la identificación y arresto de terroristas conocidos o sospechosos y extremistas violentos que ingresaron ilegalmente a este país”, señaló McLaughlin. “Estamos cumpliendo proactivamente el mandato del presidente Trump de proteger la patria. No esperamos a que una operación terrorista se ejecute”.
La redada abarcó varios estados y se centró en personas que habían ingresado al país de manera irregular o a través de programas migratorios que, según el gobierno federal, presentan deficiencias en sus mecanismos de control, como los programas de libertad condicional establecidos por la administración Biden.
Algunos de los arrestados habían permanecido en Estados Unidos durante años pese a contar con órdenes formales de deportación. Entre los antecedentes penales registrados se encuentran tráfico de drogas, posesión ilegal de armas, fraude migratorio y violencia intrafamiliar.
Todos los detenidos fueron puestos bajo custodia de ICE y permanecen a la espera de audiencias ante jueces de inmigración que definirán su situación procesal y eventual expulsión del país. Desde la Casa Blanca se remarcó que este tipo de operativos continuarán con prioridad sobre individuos considerados de alto riesgo para la seguridad nacional.