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Buenos Aires, 26 de junio de 2025 – Total News Agency-TNA–Cristina Fernández de Kirchner mantiene su rol central en la política argentina pese a cumplir prisión domiciliaria en su departamento de la calle San José 1111, en el barrio porteño de Constitución. Según fuentes cercanas, la expresidenta permanece activa durante todo el día, en contacto con su entorno político, su hijo Máximo y dirigentes bonaerenses, desde donde sigue de cerca la reconfiguración del frente electoral que articula al kirchnerismo, el kicillofismo y el massismo.
El esquema de seguridad en torno a la exmandataria se mantiene con firmeza. Un total de 17 efectivos de la Policía Federal —bajo el comando del comisario Walter Carbone— se encargan de su custodia permanente, tanto en Buenos Aires como en las propiedades de la familia Kirchner en Santa Cruz, que incluyen la mansión de la calle Mascarello y la finca de El Calafate. Aunque ambas residencias permanecen desocupadas, continúan bajo vigilancia activa.
En ocasiones, movimientos inusuales de la custodia en la puerta del edificio —simulando salidas oficiales— generan desconcierto entre vecinos y agentes, alimentando la percepción de que se busca mantener una “normalidad simbólica” en la rutina de la líder peronista.
La actividad cotidiana de Cristina Kirchner gira en torno a su reducido círculo de colaboradores, entre ellos los secretarios Mariano Cabral, Diego Bermúdez, Gabriel Graves y Alejandro Balado. También se mantiene en diálogo constante con referentes como Eduardo Valdés, Leopoldo Moreau y su psicoanalista personal, Jorge Volnovich. A diferencia de su madre, el diputado Máximo Kirchner prescinde de la custodia oficial y coordina sus desplazamientos con militantes de La Cámpora.
El clima barrial, tras meses de vigilia militante en las afueras del domicilio, ha comenzado a normalizarse. Comercios de la zona, especialmente dos salones de eventos de colectividades española y griega, reanudaron su actividad habitual tras haber visto alterado su funcionamiento por el operativo de seguridad y la presencia constante de seguidores kirchneristas.
En el plano político, la expresidenta trabaja por una lista unificada de Unión por la Patria para las próximas elecciones legislativas. El armado busca evitar internas entre los sectores que responden a Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa. En la Tercera Sección Electoral, se barajan nombres como Verónica Magario (La Matanza) y Mariano Cascallares (Almirante Brown), mientras el propio Máximo Kirchner es impulsado desde su sector como garantía del voto duro kirchnerista. Para la Primera Sección, suenan Gabriel Katopodis (San Martín) y Federico Achával (Pilar), y se menciona con fuerza a Carlos Bianco, jefe de Gabinete provincial.
Mientras tanto, Juan Grabois aumenta su exposición con vistas a una eventual candidatura, y Sergio Massa observa el escenario con la mira puesta en 2027.
Por su parte, el acuerdo entre La Libertad Avanza y el PRO en la provincia de Buenos Aires enfrenta serias dificultades. De los 12 intendentes macristas, solo cuatro apoyarían el entendimiento, mientras los restantes rechazan ceder espacios en las listas. En particular, los jefes comunales de Pergamino, Junín, 9 de Julio y Vicente López cuestionan que los libertarios exijan mitad de las candidaturas sin conceder control sobre los cuerpos legislativos locales. La tensión se acentuó tras un acto político en La Plata donde La Libertad Avanza copó la escena, marginando al PRO.
En paralelo, emergen estrategias propias en sectores del PRO, como la encabezada por los hermanos Passaglia en San Nicolás, quienes ya trabajan con miras a 2027, rechazando incorporar dirigentes ajenos a su núcleo. Otro espacio de corte neo-peronista, liderado por Joaquín de la Torre, avanza con figuras como Julio Zamora (Tigre), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Guillermo Britos (Chivilcoy) y Juan Zabaleta (Hurlingham).
Pese a las tensiones, los diputados Cristian Ritondo y Diego Santilli siguen al frente de las negociaciones con La Libertad Avanza. Esta semana, ambos se reunieron con Sebastián Pareja, operador libertario, y luego coincidieron en un acto informal en la residencia del embajador de Estados Unidos, donde intercambiaron bromas con ministros nacionales como Luis Caputo, Mariano Cúneo Libarona y Federico Sturzenegger.
El reordenamiento electoral bonaerense se acelera bajo la atenta mirada de Cristina Kirchner, que, aún en prisión domiciliaria, conserva intacto su poder de influencia y decisión en el rumbo del peronismo.
