Por: Claudio Rosso
Corrupción, narcotráfico, delitos ambientales y evasión fiscal integran el listado de delitos federales más graves del país. Sin embargo, la mayoría de los casos emblemáticos terminan sin condena firme, con penas domiciliarias y en tiempos dictados por la política más que por la Justicia.
En Argentina, los delitos federales comprenden algunas de las amenazas más profundas al orden social y al bienestar colectivo: narcotráfico, corrupción, trata de personas, evasión fiscal, delitos ambientales y lavado de dinero, entre otros. Así los definen la División Denuncias de Delitos Federales de la Policía Federal, bajo la órbita del Ministerio de Seguridad de la Nación. Sin embargo, una mirada sobre la resolución de los casos más relevantes demuestra un patrón desalentador: la impunidad sistemática, la lentitud procesal y el abuso de beneficios como la prisión domiciliaria .
Causas eternas, sentencias que no llegan o lo hacen de forma tardía
El caso de Carlos Menem , acusado de contrabando de armas y falsificación de decretos, es paradigmático. Aunque fue detenido y procesado, nunca recibió una condena firme : la Cámara de Casación lo absolvió tras 23 años de trámite judicial, alegando que se violó su derecho al “plazo razonable”. La causa hoy todavía reposa en la Corte Suprema por el recurso que presentó el fiscal de Casación contra la condena. Para Menem y para la sociedad argentina terminaron sin un proceso completo por su caída.
La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner también fue condenada por corrupción en la obra pública, con una sentencia de seis años por defraudación al Estado. No obstante, el cumplimiento de la pena quedó morigerado bajo el paraguas de la prisión domiciliaria, amparada por su edad (72 años). Sin embargo, su edad no le impide mantener contactos políticos, enviar mensajes a la militancia, convocar actos a la Plaza de Mayo y ejercer como virtual jefa del peronismo en un año electoral. Privilegios vergonzosos que deben ser revisados de los que no gozan de ningún otro ciudadano encarcelado. Por si esto fuera poco otras tres causas pesan sobre CFK; entre ellas la denominada “cuadernos de las coimas” tal vez el entramado de corrupción más grande de la historia argentina. Sobran los motivos para revisar sus privilegios e invitarla a cumplir su condena -ésta y las posibles futuras- en una cárcel común.
Su compañero de fórmula, Amado Boudou , fue condenado por corrupción en el caso Ciccone ya que intentó quedarse de manera irregular -nada más y nada menos- que con la máquina de imprimir moneda. Pese a la pena de casi seis años, accedió a la prisión domiciliaria y más tarde solicitó la libertad condicional, mientras también exigía el cobro de su jubilación de privilegio. La pregunta es inevitable: ¿qué clase de castigo es ese?
Según la base de datos elaborada por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), apenas el 12% de las causas por corrupción en los últimos 30 años llegaron a juicio oral . Entre los más denunciados figuran Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Julio De Vido.
Narcos con lujos y poder desde la cárcel
El narcotráfico representa otro universo de delitos federales que exhiben falencias estructurales. Dentro de las cárceles, muchos líderes narcos mantienen el control de sus organizaciones , con acceso a celulares, internet, comidas lujosas y hasta relojes inteligentes. Durante años, el Estado parecía mirar para otro lado. Aunque en los últimos tiempos se implementan protocolos más severos y mayor aislamiento con la llegada de Patricia Bullrich al Ministerio de Seguridad, la corrupción penitenciaria y judicial todavía permite que el crimen organizado mantenga su poder. La extradición de cabecillas extranjeros aún es una cuenta pendiente para darle mayor solvencia al sistema nacional, ya desbordado por el accionar de líderes locales.
Contaminación impune
En julio de 2004 un grupo de vecinos de la Cuenca Matanza Riachuelo pobladores de “Villa Inflamable”, ubicado en Dock Sud, Partido de Avellaneda en la Provincia de Buenos Aires y profesionales médicos; psicólogos; odontólogos y enfermeros del Hospital Interzonal de Agudos Pedro Fiorito, interpusieron una demanda judicial contra el Estado Nacional, la Provincia de Buenos Aires, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y 44 empresas, por daños y perjuicios sufridos a raíz de la contaminación del río, solicitando igualmente la recomposición del ambiente dañado. La Corte Suprema de Justicia de la Nación se declaró competente para entender originalmente en los aspectos vinculados con la prevención, recomposición y el resarcimiento del daño ambiental colectivo. Luego de años de audiencias, el 8 de julio de 2008 la Corte dictó un fallo que ordenaba a los estados demandados diseñar un plan de limpieza de la cuenca más contaminada del país. Pasados 16 años del fallo el máximo tribunal tuvo que solicitar actualizaciones de lo accionado ante la evidente sospecha de que los objetivos iniciales estaban lejos de cumplirse. Sencillamente inaceptable.
Evasión fiscal: una normalidad ilegal
En materia fiscal, la evasión es tan cotidiana como conocida. El valor fiscal de propiedades declarado ante el Estado está muy por debajo de su precio real de mercado. Aunque técnicamente es legal bajo ciertas normas, el desinterés del Estado por corregir esta distorsión contribuye a la inequidad estructural ciertamente aprovechada por políticos, empresarios, sindicalistas millonarios y hasta ciudadanos de a pie. Se trata de una evasión tolerada , que en los hechos se ha vuelto parte del sistema.
Conclusión: una justicia que no llega
El panorama es claro: los delitos federales en Argentina rara vez terminan con condenas efectivas y ejemplares . Los procesos se extienden por décadas, las prisiones domiciliarias se aplican con generosidad incomprensible, y los privilegios de quienes fueron funcionarios públicos parecen estar por encima del principio de igualdad ante la ley. La inacción del Estado, ya sea por desidia, connivencia o miedo político, ha naturalizado la impunidad convirtiéndola en la norma y en el principal obstáculo de los que luchamos por una sociedad más justa y equitativa para todos los que desean habitar el suelo argentino.