Buenos Aires, 3 de julio de 2025 – Total News Agency-TNA-En medio de una creciente crisis energética provocada por la ola de frío polar que afecta a gran parte del país y por cortes en el suministro de gas natural, el Gobierno nacional eliminó los precios de referencia para las garrafas de Gas Licuado de Petróleo (GLP). La medida fue impulsada por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, junto con la Secretaría de Energía, a través del Decreto 446/2025, en un intento por liberalizar completamente el mercado del GLP en momentos de altísima demanda.
“Se eliminan los precios de referencia. Los precios libres son la mejor brújula para un mercado sano”, sostuvo Sturzenegger en su cuenta de X, al anunciar el nuevo esquema que deja sin efecto los valores orientativos que regían desde fines de 2024: $10.500 para garrafas de 10 kilos, $12.600 para las de 12 kilos y $15.750 para las de 15 kilos, montos que incluían impuestos y buscaban evitar abusos comerciales y garantizar el acceso equitativo al producto en todo el país.
Según la Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado (CEGLA), la demanda de garrafas creció un 30% respecto al mismo período del año pasado, impulsada por la imposibilidad de muchos usuarios residenciales e industriales de acceder al gas de red. La entidad advirtió que el suministro se encuentra en niveles críticos en varias provincias del interior, donde se han reportado cañerías congeladas, cortes programados y parálisis en estaciones de GNC e industrias.
En este contexto, las empresas distribuidoras trabajan al límite de su capacidad operativa para reforzar el abastecimiento, en coordinación con autoridades provinciales y municipales. Además del consumo residencial, se está abasteciendo de GLP a granel a industrias, comercios y sectores rurales en zonas sin acceso a redes.
De acuerdo con datos del Censo 2022, el 46,3% de los hogares argentinos utiliza garrafas o cilindros como fuente principal de energía para cocinar y calefaccionarse. En plena emergencia energética, el gas envasado se volvió insumo crítico por su portabilidad y rápida disponibilidad.
El decreto también desregula el registro y control de operadores del sector: ya no será necesario obtener autorización previa para actuar como fraccionador, distribuidor o comercializador de GLP. Bastará con presentar la documentación correspondiente y cumplir requisitos técnicos de seguridad, que podrán ser verificados por organismos públicos o privados designados por la Secretaría de Energía.
Asimismo, se modificó el régimen de los Centros de Canje de envases. Aunque se mantiene la obligación de recibir garrafas de otras marcas, ahora las empresas podrán acordar sistemas más eficientes para el intercambio, lo que busca reducir lo que Sturzenegger definió como “intermediación forzada”.
Otro cambio significativo es la apertura total del comercio exterior del GLP. La nueva normativa elimina la facultad estatal de prohibir importaciones por presunto dumping o competencia desleal, y habilita la libre importación y exportación del producto sin restricciones adicionales.
En paralelo, el Comité Ejecutivo de Emergencia –integrado por funcionarios y empresas del sector energético– decidió extender por otras 24 horas las restricciones al GNC y a los grandes usuarios industriales, con el objetivo de priorizar el abastecimiento residencial y evitar una caída en la presión del sistema de transporte troncal de gas. Las limitaciones, vigentes desde el martes, se mantendrán hasta tanto se estabilicen los volúmenes disponibles.
La decisión de liberar completamente un mercado clave en plena emergencia por bajas temperaturas genera expectativas pero también preocupación. Mientras se apunta a dinamizar la oferta, persisten dudas sobre el impacto que tendrá la medida en los precios finales y en el acceso a un insumo vital para millones de familias argentinas en un invierno particularmente crudo.