Beijing, 8 de julio de 2025 – Total News Agency‑TNA‑-China tiene previsto suministrar a Irán un escuadrón de cazas furtivos J‑35A de quinta generación, según revelaciones efectuadas el 7 de julio. El acuerdo alcanza a cerca de 40 aeronaves, con una posible ampliación hasta 200 en el mediano plazo, marcando un giro estratégico en la balanza militar del Golfo Pérsico.
El anuncio se produce en un contexto de tensiones crecientes tras los ataques aéreos israelíes y estadounidenses iniciados el 13 de junio, en los que, según medios iraníes, se habrían destruido gran parte de las defensas antiaéreas del país, incluidos sistemas y radares S‑300 de fabricación rusa. Esa vulnerabilidad habría acelerado la decisión de Teherán de buscar sofisticada tecnología aérea china.
Irán ya había entablado conversaciones previas con Pekín sobre adquisición de los J‑35, que ahora toma mayor velocidad ante los recientes enfrentamientos y evidencias de superioridad aérea israelí mediante F‑35 y F‑15. Según informaciones, el contrato inicial contempla la compra de 36 a 40 aviones J‑10C, pero ahora se orienta hacia los J‑35, que aportan ventaja furtiva y mayor capacidad de disuasión. Esto desplaza a los aviones rusos Su‑35, cuyo cronograma de entrega se bloqueó en 2023 y se ha mantenido retrasado a causa del conflicto en Ucrania.
El J‑35, desarrollado por Shenyang, incorpora diseño furtivo, radares AESA, bahías internas de armamento y motores gemelos WS‑19 diseñados para operaciones embarcadas. Su exportación, inédita hasta ahora, proviene de las limitaciones estadounidenses: es más económico que el F‑35 y no está sujeto a las restricciones de control de exportaciones occidentales.
La probable entrega de estos cazas colocaría a Irán en una nueva dimensión estratégica, mitigando la brecha aérea frente a Israel y EE.UU., y consolidando su independencia de equipos rusos. También refuerza el peso militar de China en Oriente Medio, tras ya haber acordado la venta de J‑35 a Pakistán, con una primera entrega prevista para fines de 2025.
Por su parte, Irán tendría en el J‑35 una plataforma capaz de restaurar su capacidad defensiva en sectores críticos como Natanz, Fordow e Isfahán, blancos de recientes ataques aéreos. Además, dicho acuerdo fortalecería la relación militar bilateral entre Teherán y Pekín, en el marco del pacto estratégico firmado en 2021, aunque los observadores destacan que China ha restringido exportaciones de armas convencionales a Irán desde 2005, centrando su cooperación en productos de doble uso y drones hasta ahora.
La operación aún debe superar negociaciones técnicas, aspectos logísticos y estrategias de pago, probablemente vinculadas al comercio de recursos energéticos. Su concreción implicaría un cambio estructural en el equilibrio militar regional, con Irán dotado de cazas furtivos modernos y menos dependiente de Moscú, mientras China consolida su presencia en el mercado global de defensa de alta gama.