Buenos Aires, 15 de julio de 2025 – Total News Agency-TNA-El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, confirmó este martes que la relación entre el presidente Javier Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel atraviesa su momento más crítico, en medio de acusaciones de traición que sacuden al oficialismo. Sin embargo, aún no se ha esclarecido quién proporcionó al mandatario la información que detonó su ruptura con la segunda autoridad del país.
“El Presidente percibe que hubo una traición de ella y actuó en consecuencia. Es un tema que viene de antes, no de ahora”, declaró Francos en diálogo con radio Mitre. Pese a la contundencia de sus palabras, el ministro coordinador evitó precisar el contenido o el origen de los datos que llevaron a Milei a adoptar una actitud terminante con su vicepresidenta.
La falta de claridad sobre quién alimentó las sospechas del jefe de Estado abre una nueva incógnita en la interna oficialista: ¿quién operó para convencer al Presidente de que Villarruel actuó en su contra? La respuesta, hasta el momento, sigue siendo un misterio dentro de la Casa Rosada.
Francos reconoció que el vínculo entre ambos referentes está “muy dañado” y consideró difícil que pueda recomponerse. “La relación está mal, y habría que hacer algo por mejorarla, pero me parece difícil, porque el Presidente es muy terminante en estas formas cuando siente que alguien lo traicionó”, advirtió.
El distanciamiento se profundizó tras la decisión de Villarruel de presidir una sesión en el Senado que terminó con la aprobación de un paquete previsional resistido por el Ejecutivo. Desde entonces, la vicepresidenta ha sido señalada desde el entorno presidencial como “traidora”, mientras crece la presión política y mediática sobre su figura.
El conflicto escaló el fin de semana, cuando Milei compartió en redes sociales mensajes que calificaban a Villarruel de “demagoga”, “bruta” y “traidora”. Por su parte, la vicepresidenta respondió desde su cuenta de Instagram, donde defendió su accionar institucional y cuestionó el uso de fondos públicos por parte del Ejecutivo: “Que ahorre en viajes y en la SIDE y listo”, escribió.
Consultado sobre estos señalamientos, Francos minimizó la acusación. “El cálculo que hace Villarruel sobre los gastos de los viajes de Milei o de la SIDE no tiene ninguna relación económica con lo que se necesita para aumentar las jubilaciones”, sostuvo. Y agregó: “Debería buscar un mecanismo un poco más serio para ver cómo se solucionan estos temas. Obviamente que fue una chicana”.
Durante el fin de semana, el jefe de Gabinete también había relativizado el rol de Villarruel en la sesión cuestionada. “Si ella no entraba al recinto cuando se consiguió el quórum, la sesión la presidía Sapa. Ella asumió la responsabilidad institucional, pero se retiró después cuando nuestro bloque la declaró ilegítima”, explicó.
Pese a estas aclaraciones, el trasfondo político se mantiene opaco: ni Francos ni otros funcionarios han revelado cuál fue la información que llevó a Milei a acusar a su compañera de fórmula de haberlo traicionado, ni quién fue el encargado de transmitirle esa versión. En un clima de creciente desconfianza, ese dato podría ser clave para entender el verdadero origen de la crisis que sacude al corazón del gobierno libertario.