Bruselas, 15 de julio de 2025 – Total News Agency-TNA-El expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, expresó este lunes su frustración por la falta de avances concretos hacia un acuerdo de paz en Ucrania y responsabilizó directamente a Vladimir Putin por el estancamiento de las negociaciones. En un encuentro con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, Trump afirmó que “hasta cuatro veces hemos estado cerca de un acuerdo, pero para Putin Ucrania es la niña de sus ojos. Hablamos, hablamos, pero luego bombardea a civiles”.
El líder republicano sostuvo que, a diferencia de momentos anteriores, ahora percibe una voluntad manifiesta del mandatario ruso de prolongar la guerra hasta lograr lo que considera una pieza clave de su ambición imperial. “Putin quiere recuperar a la ‘niña de sus ojos’ y con ello restaurar su sueño de imperio”, declaró, citando al politólogo Zbigniew Brzezinski.
Trump valoró los esfuerzos diplomáticos de líderes como el canciller alemán Friedrich Merz, el presidente francés Emmanuel Macron, el primer ministro británico Keir Starmer y el propio Rutte, y anunció una batería de medidas destinadas a intensificar la presión sobre el Kremlin. Entre ellas, destacó la aprobación de un paquete de asistencia militar inmediata a Ucrania, que incluye el envío de sistemas de defensa aérea Patriot, asumido por los países miembros de la OTAN. Alemania, Noruega, Finlandia y Canadá confirmaron su participación, mientras que España no ha dado señales de sumarse.
Asimismo, el exmandatario adelantó la imposición de aranceles secundarios dentro de 50 días, orientados a castigar a las naciones que mantengan comercio con Rusia, especialmente en sectores estratégicos como el energético. La iniciativa, impulsada por el senador Lindsey Graham y avalada en el Senado estadounidense, apunta particularmente a países como India y Brasil, que han continuado importando petróleo y materias primas rusas.
“La economía rusa empieza a sentir los efectos de una guerra prolongada”, advirtió Trump, quien consideró que la pérdida del apoyo financiero y comercial del llamado Sur Global, especialmente de China, podría marcar un punto de inflexión para el régimen de Putin.
En paralelo, Mark Rutte dio a conocer estimaciones alarmantes sobre el costo humano de la guerra. Según una investigación reciente del semanario británico The Economist, el ejército ruso ha sufrido más de un millón de bajas desde el inicio del conflicto, y solo desde mayo se habrían registrado unas 31.000 muertes. “Mueren cientos de soldados rusos cada día”, señaló Rutte, quien apeló directamente a la dirigencia rusa para que ponga fin al sacrificio de sus tropas.
Las proyecciones del informe son lapidarias: al ritmo actual, Rusia necesitaría cerca de 89 años para ocupar la totalidad del territorio ucraniano. Incluso con una campaña intensificada, como la que Putin comunicó en una llamada con Trump el pasado 3 de julio —en la que aseguró que la ofensiva de verano se prolongará al menos dos meses más—, la posibilidad de tomar completamente las regiones de Jersón, Zaporiya, Donetsk y Lugansk luce poco probable.
Fuentes en Washington revelaron que en los primeros meses de su actual gestión, Trump estuvo dispuesto a realizar concesiones significativas a Moscú con el objetivo de alcanzar un acuerdo rápido: desde el retiro de tropas estadounidenses en el flanco este de la OTAN hasta el eventual reconocimiento de los avances rusos en territorio ucraniano. Sin embargo, la reciente llamada del 3 de julio habría sido el punto de quiebre. “Putin tomó el pelo a todos: a Bush, a Obama, a Biden… y a mí también”, reconoció Trump con inusitada franqueza.
En este nuevo escenario, la Casa Blanca promueve una estrategia de confrontación total. Junto con los aliados europeos, se evalúa una carrera armamentística que incluya el despliegue de misiles de largo alcance capaces de alcanzar Moscú, en lo que sería un golpe simbólico y político contra el Kremlin.
El debilitamiento del régimen ruso, la creciente cifra de bajas, el aislamiento internacional y la presión económica podrían, según Trump, forzar al Kremlin a negociar. Pero lo haría ya no desde una posición de fuerza, sino como un actor derrotado. “Si Rusia se sienta a negociar, lo hará como un régimen colapsado, con cientos de miles de muertos y sin capacidad para vencer a un país de apenas 38 millones de personas”, concluyó. “Un pueblo que ha demostrado coraje y determinación. Y eso, paradójicamente, se lo deben a Putin”.