Moscú, 21 de julio de 2025 – Total News Agency-TNA-El mundo observa con atención la posibilidad de un inesperado encuentro entre el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su par estadounidense, Donald Trump, en Pekín, con el presidente chino Xi Jinping como anfitrión. La reunión, que aún no fue confirmada oficialmente, podría coincidir con la conmemoración del 80° aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, prevista para septiembre próximo en la capital china.
La versión cobró fuerza luego de que el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, no descartara una eventual reunión entre ambos mandatarios si Trump decide asistir a las celebraciones oficiales en China. “Nos estamos preparando para el viaje a Pekín. Efectivamente, está en la agenda del jefe del Estado. Pero no hemos oído que el presidente Trump también vaya a Pekín”, señaló Peskov durante su habitual rueda de prensa con medios rusos e internacionales.
Según informó el medio alemán DW, el Kremlin no descarta que “se plantee el asunto de la conveniencia de la celebración de una reunión” entre Putin y Trump si el líder norteamericano viaja efectivamente a China.
Por su parte, el periódico británico The Times informó que el presidente Xi Jinping evalúa invitar formalmente a Trump para sumarse a los festejos, en lo que sería un gesto de alto impacto geopolítico. Analistas chinos citados por el medio consideran que la ocasión podría ser propicia para una cumbre trilateral entre Xi, Putin y Trump, lo que marcaría un nuevo hito en el tablero internacional.
La posibilidad del encuentro se produce en un contexto de tensión creciente en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Trump, en su regreso a la presidencia estadounidense, otorgó a Putin un plazo de 50 días para alcanzar un acuerdo de paz con Kiev. Ese límite vence a comienzos de septiembre, en coincidencia con la posible cumbre en China, lo que incrementa el simbolismo y la expectativa en torno al evento.
Cabe recordar que antes del estallido de la guerra a gran escala en Ucrania, Putin y Xi proclamaron en Pekín una “amistad sin límites”, fortaleciendo su eje estratégico frente a Occidente. En paralelo, el vínculo entre Trump y Putin ha sido objeto de atención constante: desde su regreso a la Casa Blanca, ambos líderes mantuvieron al menos seis conversaciones telefónicas, aunque aún sin fijar una reunión presencial concreta.
De concretarse, la cumbre entre los tres líderes podría representar un punto de inflexión tanto en el conflicto ucraniano como en las relaciones internacionales en general, consolidando nuevos alineamientos y redefiniendo el equilibrio global. Por el momento, el mundo espera señales más claras desde Washington y Pekín.