Buenos Aires, 23 de julio de 2025 – Total News Agency-TNA-La secretaria de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Kristi Noem, una de las funcionarias más duras de la administración de Donald Trump, desembarcará el próximo domingo en Buenos Aires en una visita oficial que incluirá encuentros con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el presidente Javier Milei. Su estadía se extenderá hasta el martes 29 de julio.
Noem es reconocida por su retórica firme y sus políticas restrictivas respecto de la inmigración irregular. En sus redes oficiales ha instado de manera reiterada a los migrantes sin estatus legal a “autodeportarse”, prometiendo a cambio un pasaje gratuito y una compensación de mil dólares. “Queremos que las personas hagan las cosas de manera legal. Los encontraremos”, señala uno de los posteos publicados por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) días atrás.
La visita se produce en medio de la creciente preocupación por el endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos. El caso de Fernando Artese, un ciudadano argentino de 63 años detenido recientemente en un centro de detención en la península de la Florida —conocido como “Alligator Alcatraz”—, adquirió notoriedad. Artese, quien reside en EE.UU. con su esposa e hija, intentaba acogerse al programa de autodeportación impulsado por Noem cuando fue capturado. EE.UU busca ejercer su legitimo control de migración.
En Argentina, el gobierno de Milei endureció su propia política migratoria en línea con la agenda de la Casa Blanca. El decreto 366/2025, firmado en mayo pasado, introdujo nuevas exigencias para el ingreso al país, restringió el acceso a servicios públicos para no residentes y justificó estas medidas en las “nuevas realidades regionales” producto de las expulsiones masivas en EE.UU. Hace años que Argentina no controla debidamente sus frontera y mantenia una lax politica de migración.
El Ministerio de Seguridad argentino —que adoptó el nombre de su par estadounidense— fue reestructurado por Bullrich con el objetivo de centralizar el control fronterizo y dotar de mayores atribuciones a las fuerzas federales, en un esquema que replica el modelo creado por EE.UU. tras los atentados del 11 de septiembre.
Un perfil polémico
Kristi Noem asumió la conducción del DHS en enero de 2025, tras la reelección de Trump. Anteriormente fue gobernadora de Dakota del Sur (2019-2025), representante en el Congreso y legisladora estatal. Durante su gestión, se vio envuelta en un escándalo de seguridad al ser víctima del robo de una cartera con dinero en efectivo y claves de acceso confidenciales mientras cenaba en un restaurante.
En el plano político, Noem ya había coincidido con los hermanos Milei en una gala frustrada en Mar-a-Lago, donde se les prometió una premiación compartida con Trump, quien finalmente no se presentó. La actual ministra fue una de las pocas funcionarias en permanecer brevemente en la velada, antes de abandonar el evento tras confirmarse la ausencia del expresidente. La ocasión dejó como recuerdo una foto junto a Karina Milei, el presidente libertario, y la empresaria Natalia Denegri.
El ruido diplomático por Lamelas
La visita de Noem se inscribe en un ciclo más amplio de desembarcos de funcionarios trumpistas en el país. La gira del jefe del Comando Sur, Alvin Holsey, y la del secretario del Tesoro, Scott Bessent, se suman a los viajes de Milei a Estados Unidos. Sin embargo, el presidente aún no logró obtener su foto oficial con Trump en la Casa Blanca.
Días antes, Peter Lamelas, propuesto por Trump como futuro embajador en Buenos Aires, causó revuelo con declaraciones en el Senado norteamericano. Durante su audiencia de confirmación, prometió intervenir en acuerdos provinciales con China, se refirió abiertamente a causas judiciales contra Cristina Kirchner y manifestó su apoyo a Milei en términos electorales.
Como siempre, la oposición peronista reaccionó con dureza cuando no se trata de visitantes de izquierda. Axel Kicillof, Sergio Ziliotto y Ricardo Quintela denunciaron “injerencia extranjera”, mientras que Cristina Kirchner lo comparó con la figura del embajador Spruille Braden en 1945. Incluso se presentaron proyectos en el Congreso para declararlo “persona no grata”.
La embajada de China en Argentina también respondió, acusando a Lamelas de representar “una mentalidad de Guerra Fría” y de contradecir los principios de no intervención. “China nunca ha buscado esferas de influencia. Nuestros lazos con América Latina se basan en el respeto mutuo y la cooperación”, subrayó la legación diplomática en un comunicado.
El arribo de Noem, con su fuerte impronta ideológica, en medio de esta tensión geopolítica, refuerza el alineamiento del gobierno de Milei con el trumpismo y podría profundizar la polémica en un contexto regional cada vez más polarizado.