Moscú, 27 de julio de 2025–Total News Agency-TNA-El Parlamento ruso aprobó una nueva legislación que profundiza el control estatal sobre el acceso a la información en internet, al sancionar con multas a quienes consulten contenidos calificados por el gobierno como “extremistas”. La normativa, ratificada por la Cámara Alta el viernes 25 de julio, ya había sido votada favorablemente por la Duma Estatal el 22 del mismo mes, y se espera que sea promulgada en breve por el presidente Vladimir Putin.
La nueva ley convierte en infracción administrativa el solo hecho de buscar en línea material registrado como “extremista” por el Ministerio de Justicia de Rusia, con multas de hasta 55 euros (64 dólares). Hasta ahora, las sanciones requerían algún tipo de interacción directa con el contenido, como su difusión o comentario.
La lista de materiales prohibidos, administrada por el Ministerio de Justicia, incluye más de 5.000 entradas: desde panfletos y canciones hasta libros, películas y obras de arte visual. Aunque oficialmente se trata de prevenir incitaciones al odio interétnico o la difusión de ideologías fascistas, en la práctica la nómina también incorpora producciones que critican al gobierno o cuestionan a las autoridades.

Entre los opositores incluidos en la categoría de “extremistas” desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania, figuran personalidades como el escritor Boris Akunin y el periodista Alexander Nevzorov, así como artistas, músicos, blogueros y comunicadores críticos del Kremlin.
La normativa también establece sanciones para quienes promuevan el uso de redes privadas virtuales (VPN), que muchos ciudadanos rusos utilizan para eludir la censura estatal y acceder a medios de comunicación bloqueados o contenidos vetados por el régimen.
Pese a que el oficialismo aseguró que la ley apunta a usuarios que realicen búsquedas sistemáticas y no a navegantes ocasionales, el texto no define con claridad qué se entiende por conducta sistemática. Según Dmitry Zair-Bek, director del proyecto jurídico de derechos humanos Pervy Otdel, esto abre la puerta a una interpretación arbitraria por parte de las fuerzas de seguridad, lo que podría derivar en una vigilancia aún más estricta de los dispositivos personales, incluso durante inspecciones fronterizas.
La aprobación de la ley generó una inmediata reacción de rechazo. En Moscú, un pequeño grupo de manifestantes se congregó frente al Parlamento con pancartas como “Por una Rusia sin censura. Orwell escribió una distopía, no un manual”, en alusión directa a la novela 1984. Uno de los participantes fue Boris Nadezhdin, excandidato liberal impedido de competir en las elecciones presidenciales de 2024 tras ser descalificado por la comisión electoral.
Incluso figuras cercanas al Kremlin manifestaron su preocupación. Margarita Simonyan, editora en jefe de la cadena estatal RT, advirtió que las nuevas restricciones podrían dificultar las investigaciones sobre grupos extremistas reales.
En el marco de una progresiva represión a la disidencia desde el inicio de la guerra en Ucrania, el Comité de Investigación de Rusia ya ha iniciado más de 600 causas penales por difusión de “noticias falsas” o por “desacreditar” al ejército ruso. En varios casos, los ciudadanos fueron sancionados por llamar “guerra” a lo que oficialmente se define como “operación militar especial” o por compartir información sobre crímenes atribuidos a tropas rusas, como la masacre en la ciudad ucraniana de Bucha.
A fines de 2024, la organización Memorial estimó en al menos 10.000 el número de presos políticos en Rusia. Con la inminente promulgación de esta ley, la cifra podría incrementarse significativamente, consolidando un panorama de creciente restricción de la libertad de expresión en el país euroasiático.